Julio Fernández Gayoso
EXPRESIDENTE DE NOVAGALICIA
El copresidente de Novagalicia, Julio Fernández Gayoso, y otros cuatro exdirectivos fueron condenados a dos años de prisión por concederse prejubilaciones millonarias. La entidad fue rescatada con dinero público.
Se concedieron prejubilaciones millonarias y la Audiencia Nacional les ha condenado a penas de dos años de prisión. Se trata de algunos de los exdirectivos de Novacaixagalicia, a los que la Sala Penal ha considerado autores de un delito de administración desleal en concurso con otro de apropiación indebida. La sentencia no sólo tiene en cuenta el incumplimiento de la legislación en los acuerdos adoptados por los exdirectivos, sino también el contexto en que se produjeron, el de la fusión de dos cajas “calamitosas”.
La condena recae sobre los acusados, Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada y Gregorio Gorriarán, así como sobre el abogado Ricardo Pradas, en todos los casos por el cobro de prejubilaciones millonarias. Tres de ellos –Pego, Gorriarán y Rodríguez Estrada– tendrán que devolver casi 14 millones de euros, por las cantidades que se les abonaron de forma indebida.
Los 14 millones que deberán devolver no alcanzan el total del dinero cobrado indebidamente –18,9 millones de euros, según Anticorrupción– debido a que no se ha incluido en sentencia las cantidades percibidas por otro de los acusados, el exdirector general adjunto Javier García Paredes, al que la Sala ha absuelto después de que la Fiscalía retirara su acusación, el pasado mes de julio, cuando se ofreció a reintegrar las cantidades que cobró. La sentencia subraya que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se vio obligado a inyectar ayudas financieras por un importe de 9.502 millones de euros a la entidad nacida de la fusión de Caixa Nova y Caixa Galicia. Los condenados Pego, Gorriarán y Rodríguez Estrada eran “los máximos gestores ejecutivos de Caixa Nova y “sabedores de estos avatares, mejoraron intencionadamente sus condiciones económicas para el caso más que probable por razonable, de su salida de la nueva entidad fusionada dada su gestión anterior, al querer prescindir de sus servicios los nuevos inversores”.
La sentencia destaca que la entidad “valía 181 millones de euros y tuvo que provisionar 29,9 millones y abonar más de 24 millones de euros por los nuevos contratos de alta dirección”. Esta cantidad tuvo que ser abonada íntegramente por el FROB, “organismo público que posibilitó que NCG subsistiera gracias al dinero público inyectado”. Por ello, el fallo establece que la indemnización sea a favor del FROB y no de Novacaixagalicia.