“Hay que impulsar el 0,7% para reducir la pobreza”
Mitchell To omey, director de la campaña del Milenio del aONU
La ONU dio, el pasado 25 de septiembre, el pistoletazo de salida al nuevo plan de acción para erradicar, o al menos intentarlo, la pobreza extrema, en un plazo de quince años. La iniciativa se concreta en los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que sustituyen a los objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Ayer, el responsable de la campaña del Milenio de la ONU, viajó a Barcelona para inaugurar en CaixaForum la exposición MY World. Reptes per un món millor, en la que se explican estos 17 ODS: desde cómo pasar de los actuales 800 millones de hambrientos a cero hasta cómo promover energía limpia o mejorar las tasas de educación.
Se han fijado nuevos retos sin que se haya alcanzado la totalidad de los objetivos previos, los ODM. ¿Realmente ve factible pasar a cero hambrientos y acabar con la pobreza extrema en quince años? Ha habido grandes progresos, algunos países han podido cumplir todos los ODM, otros no y por diferentes causas; detrás de la pobreza hay guerras, desastres naturales... Pero tenemos que ser ambiciosos y definir un marco global de trabajo y un periodo de tiempo para conseguirlo entendiendo la complejidad de cada país. Muchos están en condiciones de lograrlo, otros no, pero es básico establecer retos globales.
¿Cómo conseguir aprobar uno de los retos más importantes: que el 100% de los niños concluyan la educación primaria? Si los niños no van a la escuela, tenemos que llevar la escuela a los niños. Muchas familias temen por la seguridad de sus hijos y prefieren que se queden en casa; otras los necesitan para que hagan tareas domésticas... Tenemos que innovar con nuevos sistemas educativos en lí-
nea, a través de teléfonos móviles...
La mayoría de las naciones ricas no ha cumplido con el compromiso de destinar el 0,7% del PIB a Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Y España ha protagonizado un gran retroceso bajando del 0,5% de sus mejores tiempos, el 2009, al 0,14 actual. El 0,7 es una decisión política mientras que los ODS es la agenda de desarrollo universal. Queremos inspirar a los países ricos a que ayuden. Si, por ejemplo, pidiéramos directamente a los ciudadanos que destinaran el 0,7 de sus ingresos a acabar con la crisis de los refugiados dirían que sí. De hecho, la gente está convencida que sus gobiernos invierten más de lo que realmente destinan a desarrollo. Para acabar con las desigualdades todos tendríamos que aportar un poco más.
¿Con qué herramientas se cuenta para implantar los 17 ODS? ¿Que inversión es necesaria? Nosotros queremos poner el acento en el 0,7% y en la movilización de los recursos de los propios países del sur a través de la mejora de su fiscalidad para reducir la pobreza. La cifra que se ha estado invirtiendo anualmente en AOD es de 130.000 millones de dólares (116.000 de euros). Y es importante destacar el papel que está teniendo el crowdfunding para financiar pequeños proyectos de desarrollo. Este año los ciudadanos han aportado microdonaciones por valor de 387 millones de euros, la ayuda a través del micromecenazgo, proporcionalmente, crece más que la oficial.
“Tenemos que innovar con nuevos sistemas educativos en línea”