Una sonrisa británica
DUNCAN DRUCE (1939-2015) Compositor, intérprete y musicólogo
Veinte años más joven que el ya recordado Willcocks, el compositor Duncan Druce, de extensa obra y también vinculado por sus estudios al King’s College de Cambridge cuando ya trabajaba allí Willcocks, ha fallecido hace unos días a los 76 años. Nacido en Cheshire, la actividad de Druce se movió en al menos tres ámbitos. El de la interpretación, algo menos la musicología y fundamentalmente la composición. Como violinista y violista, su actividad le llevó a incorporarse como miembro fundador en 1965 a The Pierrot Players, grupo que dedicó parte de su actividad a la música del siglo XX, vinculada a la escena, y cuyo nombre deriva de sus versiones del Pierrot Lunaire de Schönberg, un proyecto en el que participó muy activamente el compositor Sir Harrison Birtwistle (siempre me admira su nombre musical). También estuvo vinculado a proyectos de Alexander Goehr y de Peter Maxwell Davies, y tocó con Christopher Hodwood en su Academy of Ancient Music.
En el campo de la musicología han sido reconocidos sus estudios de los años ochenta en India, donde registró numerosas músicas en trabajos de campo que, además de sus objetos de estudio y para una tesis sobre la música de la India del sur, sirvieron para su actividad como compositor. En el otro extremo de sus intereses –aunque ciertamente siempre colindantes– estuvo la música antigua, y uno de sus trabajos relevantes, por los que ganó consideración y popularidad, fue el establecimiento de una versión del Requiem de Mozart, complementando la del discípulo de Mozart Sussmayer, muy bien considerada por la crítica y que se presentó bajo la dirección de Roger Norrington en los Prom’s de 1991, grabada por EMI. La revista Grammophone, de la que fue un notorio crítico desde 1997, le recuerda.
Como compositor, donde enseñaba la especialidad a tiempo parcial en la Universidad de Huddersfield, ha establecido un largo catálogo con obras de diferentes características, y como él mismo solía señalar, con esa característica sonrisa británica con dientes, y cierto balbuceo al hablar, la inspiración sigue caminos variados. No desestimó en ello las melodías y ritmos populares rumanos, que también supo transcribir, en piezas como Hora Rumana (violín y piano, que transformó luego en un Concerto Popolare para violín y cuerdas); él personalmente valoraba en su obra un Quinteto de cuerdas (con dos violas) que escribió en 1991; también se registran algunos cuartetos de cuerda, músicas en las que el motivo inspirador fueron las tradiciones de India; Venkatamakhi’s Dream (1988) para clarinete y cuarteto de cuerdas, y entre sus aportaciones singulares también The Last Post, ( viola d’amore y electrónica) de 1984, ya que también era intérprete de este instrumento antiguo que volvieron a utilizar compositores del siglo XX.
En su faceta de violinista y violista fue uno de los fundadores en 1965 de The Pierrot Players