Johnny Depp, en la pálida piel de Jimmy Bulger
Corre el malicioso rumor de que Johnny Depp acepta los papeles en función de la cantidad de maquillaje. Maldades aparte, el camaleónico actor interpreta, irreconocible, al gángster Jimmy Bulger en Black Mass. “Nadie se levanta por la mañana, se afeita, se lava los dientes y se mira en el espejo pensando qué malvado que soy, o voy a hacer algo diabólico hoy”, explica el actor, que trató de conocer al mafioso en persona sin éxito. “Hice una petición formal porque me interesaba conocerlo, sentarme con él y tratar de capturar algunos de sus gestos, su forma de hablar. No me interesaban detalles de sus crímenes ni nada por el estilo. Quería simplemente capturar algunos detalles personales, pero recibí un mensaje diciendo que denegaba respetuosamente la visita porque no le gustaba lo que se decía de él en los libros, particularmente en el que usamos para la película”.
Porque con Jimmy Bulger, Depp no sólo repite dando vida a un criminal, sino a un criminal que realmente existió. A las órdenes de Michael Mann, interpretó a Dillinger, el famoso atracador de bancos que se convirtió en una obsesión para John Edgard Hoover. “En el caso de Dillinger, hay opiniones muy encontradas sobre él, pero para mí fue casi un Robin Hood. Hablé con su hermana, la única familiar viva y me dijo que era el hombre más divertido sobre la faz de la Tierra. Con Jimmy Bulger, no tenía demasiado material para trabajar. Hubo bastante de imaginación de mi parte y además tuve que honrar las diferentes facetas de este hombre, porque por un lado estaba el empresario que dentro de las lineas del negocio hacía lo que tenía que hacer y por el otro estaba el adorable hombre de familia. Tengo que admitir que era un hombre muy complicado. Cuando te pones a investigar a una persona así, lo que sientes es que quieres hacerle justicia, y el que más me ayudó fue Jay, el abogado de Jimmy”.
Y sobre su afición a los apósitos, Depp no se esconde: “Mis héroes cinematográficos siempre fueron John Barrymore, Lon Chaney sénior y ciertamente Marlon Brando, Timothy Carey, John Garfield, actores que sabían transformarse. Así surgió mi obsesión. Siempre quise ser un actor de carácter, mucho más que el galán en el que de joven me quisieron convertir”.