La Vanguardia (1ª edición)

Con su pálida rigidez

- SALVADOR LLOPART

Es como Hitler con su perro. La historia que se cuenta cuando se quiere humanizar la figura del mal, que es Hitler, y se asegura que, a pesar de todo, el fundador del III Reich se desvivía por su pastor alemán. Black Mass hace lo mismo con Jimmy Bulger, un criminal de cuidado. Lo humaniza sin negar sus crímenes. El brutal asesino de Boston –qué poco recomendab­le resulta esa ciudad en el cine, por cierto– que mata sin pestañear, a tiros o con sus manos. Un tipo despiadado que, sin embargo, siempre tiene presente a su hijo, su madre y adora a su hermano, senador de los Estados Unidos. Dado que Black Mass se basa en hechos reales, una reflexión colateral: ¡vaya familia, los Bulger! Símbolo de que, en EE.UU., uno puede ser lo que quiera, gángster o político. ¿O es que acaso son lo mismo? En cualquier caso, el filme de Cooper es un tratado de cine criminal, hipnótico por momentos, seco todo el tiempo. Quizá demasiado. Sobre todo cuando cita a Scorsese. Un director al que emula, incluso en la inevitable canción de los Stones ( Slave, para curiosos).

Con Uno de los nuestros comparte el aire de cuento (a)moral. La atmósfera, entre opresiva y familiar, se parece a Malas calles. Y los personajes –grandes nombres, no nos detendremo­s en ellos– aportan su mirada sobre el angelito que resulta Jimmy Bulger en manos de Johnny Depp. Pero antes de hablar de Depp una referencia más: Black Mass gira alrededor de una relación de amistad entre Bulger y un agente del FBI del mismo barrio, y así llegamos a Infiltrado­s.

Película muy referencia­da, pues. Pero competente. Donde los muertos pesan y la violencia duele. Black Mass descansa en Depp, quizá demasiado, (y así hemos llegado al actor) figura central del filme. Depp, caracteriz­ado, se erige en la fotografía perfecta pero quieta. Por momentos uno siente que se le escapa la vida por esa máscara de facciones inmóviles, como de piedra. El actor, que ha llenado de sentido caricatura­s imposibles, como Jack Sparrow, aquí, por el contrario, caricaturi­za la realidad. Sin querer. Acercando sus facciones tensionada­s a la máscara mortuoria. Rígido Depp. Peligro quieto en un drama que avanza constante y sin sorpresas.

 ?? WARNER BROS PICTURES ?? Johnny Depp, en su papel
WARNER BROS PICTURES Johnny Depp, en su papel

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