Los países logran su productividad máxima con temperaturas de 13 grados
Científicos de EE.UU. alertan de los perjuicios económicos del cambio climático
La productividad de una economía varía según la temperatura media en la región, con un rendimiento máximo alrededor de 13 grados y una reducción progresiva cuanto más se aparta la temperatura de este valor óptimo. El fenómeno, que se ha observado tanto en economías desarrolladas como en desarrollo, y tanto rurales como urbanas, se ha mantenido sin cambios desde 1960 hasta el 2010. Así lo ha constatado una investigación de las universidades de Stanford y de California en Berkeley, ambas en EE.UU., que ha analizado datos de 166 países extraídos de documentos del Banco Mundial.
Según los resultados de la investigación presentados en la revista Nature, el cambio climático alejará las temperaturas medias del valor óptimo de 13 grados en gran parte del mundo en las próximas décadas y agravará las desigualdades entre países ricos y pobres. Las proyec-ciones de futuro indican que, a menos que se adopten medidas eficaces contra el calentamiento, los beneficios globales se reducirán un 23% hasta el año 2100 y los ciudadanos se volverán más pobres (en ingresos medios por cápita) en el 77% de los países.
Europa es de las pocas regiones del mundo donde el aumento de las temperaturas favorecerá una mayor productividad a corto y medio plazo. Pero incluso en Europa, una vez superado el umbral de los 13 grados, la economía acabará resultando perjudicada por el cambio climático, advierten los autores de la investigación.
La temperatura ambiental afecta a la productividad biológica, desde el rendimiento de las cosechas hasta la fuerza de trabajo en las fábricas. Esto podría explicar la distribución geográfica de países pobres en regiones tropicales y ecuatoriales y de países ricos en latitudes templadas. Pero no explicaría lo que ocurre en economías avanzadas que disfrutan de sistemas de refrigeración y calefacción, donde la máxima productividad sigue registrándose en años en que la temperatura media se sitúa en torno a los 13 grados.
“No observamos que los avances tecnológicos o la acumulación de riqueza y experiencia desde 1960 hayan alterado la re- lación entre temperatura y productividad”, escriben los investigadores en Nature. “Esto sugiere que la adaptación al cambio climático puede resultar más difícil de lo que se ha asumido hasta ahora”.
La investigación, que se presenta a pocas semanas de la cumbre de París donde los gobiernos deben acordar medidas vinculantes contra el cambio climático, se planteó con el objetivo de resolver las discrepancias de estudios anteriores sobre los efectos del clima en la actividad económica. En particular, persistía una discrepancia entre los estudios de microeconomía, que describían relaciones no lineales entre clima y productividad, y los de macroeconomía, que describían relaciones lineales. (Una función lineal es aquella que en una gráfi-
La misma relación entre clima y creación de riqueza se observa en países ricos y países pobres
ca aparece como una línea recta).
Para resolver el problema, los investigadores han comparado datos de cada país en años distintos, en lugar de comparar datos de países distintos en un mismo año. De este modo, han podido evaluar la relación entre economía y productividad en cada país minimizando las variables de confusión. El análisis ha revelado que la relación entre temperatura ambiental y productividad también es no lineal a nivel macroeconómico. La gráfica que emerge tiene forma de joroba con un punto máximo situado en los trece grados y un descenso pronunciado tanto para temperaturas más cálidas como más frías.