La tensión de Rossi resbala
Lorenzo, Pedrosa y Márquez replican a la guerra psicológica de ‘Vale’: “Tiene miedo”
Se le llama efecto bumerán: lo que va vuelve. La alta tensión que creó Valentino Rossi para prepararse a su favor el penúltimo asalto al título de Moto GP, en Malasia (mañana, 8.00, hora peninsular), tuvo un efecto rebote en sus destinatarios, que le respondieron con una mezcla de menosprecio e indulgencia compasiva servida sin acritud. Si pensaba el Dottore que con sus ataques a Márquez iba a condicionar a los rivales que pueden entrometerse en la lucha por el Mundial –básicamente, los de Honda Repsol y los de Ducati–, “el tiro le puede salir por la culata”, resumió Jorque ge Lorenzo. Tras la primera sesión de entrenamientos de Sepang, dominada por el balear –seguido muy de cerca por Pedrosa (a 0,047), con Marc a 0.2 y Rossi, octavo, a 1 segundo–, los tres españoles replicaron las palabras cargadas de malicia del italiano, en las que acusaba a Marc de ayudar a Jorge en Australia y persuadía al resto de no hacerlo. Dani Pedrosa, que ya le ganó en Aragón, se sintió aludido, porque en Sepang parece en disposición de luchar por el podio y encontrarse por el camino con Vale. “Él pretende que cambie, y no lo voy a hacer”, dijo el vallesano, sorprendido con la sobreactuación del italiano. “Valentino siempre ha sido muy hábil y ha hecho estas cosas para darle la vuelta a algo y que caiga de su lado”. Lo conoce y no se dejará intimidar.
Lo mismo ocurre con Marc Márquez, que ya aconsejó a Rossi se preocupase de ganar. “No me decepcionó, entiendo su situación, se está jugando el título y es un momento delicado. Está sintiendo la presión tras una temporada así, con 11 puntos faltando dos carreras”. Tampoco le coarta. “Detrás de él no me quedaré, seguiré dando el 100% para ganar”.
Quien mejor conoce a Rossi es su vecino de garaje, que ya sufrió sus guerras psicológicas en el 2009 y el 2010. “Está claro que es una estrategia para influir a los rivales, sobre todo a Marc y a Iannone, porque tiene miedo de que la falta de velocidad pueda complicarle el campeonato”, asegura Lorenzo, que considera los ataques de Rossi un síntoma de debilidad. “Si tuviese la suficiente velocidad para ganar las dos carreras no estaría preocupado por estas cosas, pero parece que no es así”, señaló el balear, que cree que Vale “no actuó de manera inteligente” porque la acusación a Marc “no le va a sentar nada bien y puede que tenga el efecto contrario”, sabedor de las cuentas pendientes del 93 con el 46.
Tan sólo Andrea Iannone, su verdugo en Australia, parece que ha comprado el discurso de Rossi. Ya se ocupó Vale de mimar a su paisano defendiéndolo de los insultos que recibió en Italia por superarle en la última vuelta.
“Es su estrategia para influir a los rivales, porque teme que la falta de velocidad le haga perder el título”