Regalos envenenados
El Ministerio de Hacienda ha puesto en subasta los dos coches Ferrari, modelo FF, que el jeque y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Rashid al Maktum, regaló al rey don Juan Carlos con motivo de la apertura del parque temático de Ferrari en Abu Dabi en el 2010. Los dos coches llegaron a España hace cuatro años y el ahora rey emérito los traspasó, en su día, a Patrimonio Nacional, organismo encargado de administrar y mantener los bienes del Estado de los que son usufructuarios los miembros de la familia real. Los automóviles fueron inventariados y registrados pero quedaron depositados en un garaje dentro del recinto de la Zarzuela, hasta que hace un año, tras el cambio en la titularidad de la Corona, don Felipe decidió darles salida.
Uno de los dos vehículos que no había sido ni matriculado, ni, evidentemente usado, pasó de Patrimonio Nacional, que depende del Ministerio de la Presidencia, a Patrimonio del Estado que depende del Ministerio de Hacienda y que, al contrario que el primer organismo, puede vender, por vía de subasta pública, todos los bienes que recibe por distintas vías. El importe de la venta, tras la subasta, se ingresa en las arcas públicas.
Fue el actual Rey quien impulsó la operación, ya que en teoría uno de los dos coches era un obsequio para él, aunque los dos llegaron a España para ser entregados a don Juan Carlos. Basándose en las nuevas normas, que el propio rey Felipe impulsó, la Casa Real no puede aceptar regalos más allá de los de simple cortesía. Como los Ferrari ya estaban aceptados, don Felipe ordenó que saliera a subasta el coche que, por así decirlo, había llegado para él o se le había asignado. El otro vehículo, de las mismas características aunque distinto color (uno es gris y el otro negro), sí fue matriculado y, según consta en el anuncio oficial de la subasta, tiene un ligero roce en uno de los laterales y 763 kilómetros. Fue don Juan Carlos quien, meses después de recibirlo, se dio el gustazo de darse algunos paseos por el recinto de la Zarzuela y, seguidamente lo devolvió al garaje, consciente de que era un regalo envenenado que jamás podría utilizar. En principio se pensó que ese coche pasaría a formar parte de un museo de vehículos históricos que custodia la Guardia Real, en el que se expondrían otros coches como los Rolls Royce modelo Phantom que el gobierno de Franco compró en 1952 y que todavía se usan en las grandes ocasiones. Finalmente, el segundo de los Ferrari también ha sido cedido al Estado y saldrá a subasta junto al primero.
PLACA DEDICADA
Los dos Ferrari serán subastados el 6 de noviembre entre las personas que hayan presentado sus ofertas, en el Ministerio de Hacienda, hasta el próximo 30 de octubre. El precio de salida es de 350.000 euros para el que no ha sido usado y de 345.000 para el que tiene un pequeño roce y 763 kilómetros. Los dos vehículos, con capacidad para cuatro pasajeros (ya que los asientos traseros son individuales como los dos delanteros), tienen una cilindrada de 6.262 cc y 486 caballos de potencia. El mismo modelo nuevo en un concesionario oficial de Ferrari tiene un precio base de 299.561 euros a los que hay que sumar los detalles opcionales y el tiempo de espera que no baja de un año. Casi todos los coches que se venden se personalizan para hacerlos únicos. Los que salen ahora a subasta pública se entregan en el acto y además en los respectivos salpicaderos se incluye una placa dedicada en plata (donde consta el nombre del donante y el del receptor) y eso sí es un detalle, aunque cueste una pasta.
VIGILANDO GIBRALTAR
El Ministerio de Asuntos Exteriores y la Zarzuela ya están trabajando en la futura visita de los Reyes a Gran Bretaña que, de no mediar un cataclismo, tendrá lugar la próxima primavera. Será el primer viaje de Estado de don Felipe y doña Letizia a Londres, adonde, aún príncipes, viajaron por última vez el 29 de abril del 2011 para asistir, junto a la reina Sofía, a la boda del príncipe Guillermo con Kate Middleton.
Los viajes de los reyes de España a Inglaterra siempre han sido complicados y eso que las dos familias reales están unidas por lazos de parentesco. La reina Isabel es prima en tercer grado de don Juan Carlos y el padre de doña Sofía era primo del duque de Edimburgo. El único viaje de Estado de don Juan Carlos y doña Sofía a Gran Bretaña tuvo lugar en 1986, cinco años después de declinar la invitación a la boda de Carlos y Diana, después de que estos anunciaran que empezarían su luna de miel en Gibraltar. El mes de mayo del 2012, doña Sofía también se vio obligada a suspender su asistencia al jubileo por los 60 años en el trono de Isabel II por una nueva escalada en el contencioso gibraltareño. Con el próximo viaje a la vista, todo el mundo mira al Peñón, cruzando los dedos para que nada impida que don Felipe y doña Letizia seduzcan en Londres.