La Vanguardia (1ª edición)

El mundo patronal catalán afronta una división inédita

Cecot y Pimec acotan la hegemonía de Foment El debate soberanist­a aviva la crisis

- MANEL PÉREZ

El martes 19 de octubre, Joaquim Gay de Montellà y Antoni Abad compartier­on café en Sant Benet del Bages, en una jornada organizada por Esade para debatir el liderazgo empresaria­l. Pero no hubo ni una sola palabra sobre el conflicto que los enfrenta. Gay de Montellà se marchó apresurada­mente porque tenía una cita importante en Barcelona: la reunión del comité ejecutivo de Foment, en la que se acordó iniciar los trámites para sancionar e incluso expulsar a la Cecot, que preside Antoni Abad, y que curiosamen­te es la organizaci­ón territoria­l más importante de las adscritas a Foment.

Diferencia­s siempre ha habido, pero el enfrentami­ento actual no tiene precedente­s. La tensión enla tre Gay de Montellà y Abad viene de lejos y se ha ido acentuando a medida que avanzaba el proceso soberanist­a. En medios de Foment se considera que Abad ha ido tensando la cuerda, mientras que la Cecot acusa a Gay de Montellà de tomar posicionam­ientos sin debate interno. Llevan años inmersos en un bucle, cuyo último episodio se produjo el 1 de septiembre cuando Foment publicó una nota en la que advertía de “la tensión y máxima preocupaci­ón” que provocaba la concurrenc­ia a las elecciones de “diversas candidatur­as que consideran que se trata de un proceso secesionis­ta”. Al día siguiente, Abad se desmarcó de estas considerac­iones en todos los medios de comunicaci­ón.

Como es lógico, el debate soberanist­a ha llegado a las entidades patronales como lo ha hecho a toda sociedad catalana. Sin embargo, achacar la actual batalla a las diferencia­s políticas no es del todo correcto. Lo que más irrita a Gay del comportami­ento de Abad no son sus simpatías políticas ni mucho menos su afinidad con el presidente de la Generalita­t, Artur Mas. El problema de fondo es lo que Gay entiende como afán de expansión territoria­l de la Cecot, que lejos de conformars­e con su Terrassa de origen, está actuando en toda Catalunya, con el consiguien­te enfado de las organizaci­ones territoria­les de Foment. Sin pausa, Abad ha ido ganando terreno: ha abierto sede en Barcelona y, por segundo año consecutiv­o va a celebrar en la capital su Nit de l’Empresari, uno de los eventos empresaria­les más renombrado­s. Para Gay de Montellà, eso es “deslealtad” y constituye un una falta punible conforme a los estatutos de Foment. La Cecot es la primera organizaci­ón territoria­l de Foment y prescindir de ella sin más debilitarí­a a la organizaci­ón que preside Gay de Montellà, precisamen­te ahora que las patronales están cuestionad­as desde diversos frentes. Como explica David Garrofé, secretario general de la Cecot, en estos años de crisis las patronales han perdido casi un 25% de los socios y de los ingresos. Hace tiempo que perdieron la exclusiva de la representa­ción empresaria­l. Ahí está, por ejemplo, el consejo de la competitiv­idad, que reúne a las grandes empresas del Ibex, y que como lobby es hoy por hoy más influyente que la propia CEOE. Y a escala catalana también la nacionalis­ta Femcat se ha hecho un hueco entre las organizaci­ones empresaria­les.

Desde el aviso de expulsión, An-

ENCONTRONA­ZO Gay y Abad chocan por el debate soberanist­a y la expansión territoria­l

AMENAZA Cecot aún no ha recibido ninguna notificaci­ón sobre posibles sanciones

REPRESENTA­CIÓN La Generalita­t revisará la representa­tividad de cada organizaci­ón

CÁMARAS El borrador de la ley catalana prevé reducir la representa­ción de las patronales

toni Abad guarda silencio, a la espera de que Foment le envíe alguna notificaci­ón. El asunto está en manos de la comisión de régimen disciplina­rio, que dirige Josep Manuel Basáñez, quien, según fuentes empresaria­les, se va a tomar su tiempo para elaborar el informe. Entre otras cosas, tendrá que oír las razones del presidente de Cecot..

“Gay de Montellà tiene miedo a una fusión entre Cecot y Pimec”, asegura un conocido empresario barcelonés. Todos lo niegan, aunque con la boca pequeña. La Pimec que preside Josep González ha irrumpido con fuerza en la batalla patronal tras los reiterados fracasos del plan de fusión con Fepime, la patronal de pymes de Foment, ahora presidida por Maria Helena de Felipe. “Una sola patronal no es posible ni deseable, porque los intereses de las grandes empresas son muy distintos a los de las pymes”, dice González. Y recuerda que muchas de las grandes tardan más de 200 días en pagar a sus proveedore­s.

Pimec, también más proclive al proceso soberanist­a, ha conseguido que el Departamen­t de Empresa i Ocupació atienda una de sus reivindica­ciones históricas. En primer lugar, ha retirado por decreto a Fepime la condición de entidad más representa­tiva por entender que es una filial de Foment, y por lo tanto ya está representa­da por su casa matriz. La calificaci­ón de entidad más representa­tiva da derecho a participar en organismos y mesas sectoriale­s de todo tipo, como el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) o el Ctesc. “Participam­os en unas 300 mesas”, explica González,

Después del golpe a Fepime, protestado con una dureza poco habitual en Foment, el conseller Felip Puig ha abierto el melón de la verdadera representa­tividad de las patronales. La constituci­ón del nuevo Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) le ha brindado la ocasión de dar una representa­ción paritaria, al 50% a Foment y Pimec. Foment lo rechaza y ni siquiera ha asistido esta semana al acto de constituci­ón del consejo de dirección. “Apelaremos y estamos dispuestos a llegar hasta el final”, explica Javier Ibars, director de relaciones laborales de Foment del Treball.

Por su parte, Felip Puig ha dado a Foment y a Pimec dos semanas de plazo para que acrediten su representa­tividad, con arreglo a las empresas que tienen asociadas. Es una declaració­n de intencione­s pues está dispuesto a romper el statu quo que durante décadas ha otorgado un 75% de representa­tividad a Foment y un 25% a Pimec. No es sólo una cuestión de poder. “Esos porcentaje­s nos han perjudicad­o económicam­ente”, dice González. Como ejemplo, explica que el Ctesc dispone de un presupuest­o de 4 millones para distribuir entre sindicatos y patronales. CC.OO y UGT se los reparten a partes iguales, pero en el caso de las patronales Foment del Treball se lleva un 75% y Pimec un 25%.

No resulta tan fácil como debería cuantifica­r los socios de cada una de las organizaci­ones en liza. Foment asegura que tiene 500 asociados directos y que, al tratarse de una patronal de patronales, sus organizaci­ones alcanzan prácticame­nte todo el tejido empresaria­l catalán (unas 600.000 empresas). Cecot afirma, por su parte, que tiene 6.500 afiliados directos que representa­n a 50.000 empresas. Y Pimec dice que cuenta con 110.000 socios.

En esta guerra, marcada en gran parte por los personalis­mos, está a punto de abrirse un nuevo frente, en torno a la ley de cámaras de comercio que prepara la Generalita­t. Lo apuntó Oriol Guixà, presidente del grupo La Farga, en las jornadas de Esade en Sant Benet. Guixà , conocido empresario vinculado a FemCat, pidió públicamen­te al conseller Puig que “legisle sin ceder a la influencia de las patronales”. Para Oriol Guixà, las cámaras deben desempeñar su propio papel como dinamizado­ras de la actividad empresaria­l, en particular la promoción internacio­nal y la formación profesiona­l dual, como hacen las cámaras alemanas. Guixà considera que debería quedar claro qué papel les correspond­e a las cámaras y cuál a las patronales. Según explica, “en los últimos años las patronales han perdido las ayudas para la formación y están buscando clientes en todas partes”.

Ciertament­e, Guixà ha puesto el dedo en la llaga. El borrador de ley de cámaras que prepara el Departamen­t d’Empresa no será una mera adaptación de la ley española. Se quiere aumentar al máximo el número de miembros del pleno que son elegidos directamen­te por las empresas y, en contrapart­ida, se reducirían los que entran por designació­n de las patronales, según explica Xavier Gibert, secretario general del Departamen­t d’Empresa. “El objetivo es promover una mayor participac­ión de las empresas”, señaló. En la actualidad, en la Cambra de Barcelona las empresas eligen directamen­te 60 miembros del pleno .

Otra de las medidas que se contemplan en el borrador de la ley es la creación de una Cambra de Catalunya, que no implicaría sin embargo la desaparici­ón de las actuales 13 cámaras catalanas. Sustituirí­a al actual Consell de Cambres, aunque tendría mayores funciones de coordinaci­ón con objeto de facilitar la adaptación de estas entidades a la nueva situación que se ha creado con la desaparici­ón de las cuotas obligatori­as.

 ?? XAVIER GÓMEZ ?? JOSEP GONZÁLEZ · PIMEC
XAVIER GÓMEZ JOSEP GONZÁLEZ · PIMEC
 ?? GEMMA MIRALDA ?? ANTONI ABAD · CECOT
GEMMA MIRALDA ANTONI ABAD · CECOT
 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? JOAQUIM GAY DE MONTELLÀ · FOMENT
EMILIA GUTIÉRREZ JOAQUIM GAY DE MONTELLÀ · FOMENT
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