Argentina elige nuevo rumbo tras doce años de kirchnerismo
Las encuestas dan como favorito a Scioli ante Macri y Massa
Dos asuntos centran hoy la atención de los argentinos: las elecciones para elegir al sustituto de la presidenta Cristina Fernández y la semifinal del mundial de rugby que los Pumas disputan contra Australia en Londres. La incertidumbre sobrevuela ambos resultados, pero en el caso de los comicios hay una certeza: hoy empieza un cambio en la política argentina.
El ambiguo legado del general Perón, todavía omnipresente, hace que, gane quien gane, de los tres candidatos presidenciales con opciones reales, es difícil prever si el país se escorará a la derecha o a la izquierda, o si será más o menos populista que ahora. Pero pase lo que pase parece que Argentina se dirige a una época más dialogante y menos crispada que la de los últimos doce años de kirchnerismo.
La escenificación de este cambio se produjo el viernes por la noche. Aunque en Catalunya sea normal que los candidatos se tomen una foto juntos antes de las elecciones, en Argentina era inédito. No fue una foto de posado como las que produce La Vanguardia, pero los dos principales contendientes, Daniel Scioli y Mauricio Macri, no tuvieron reparos en mostrarse juntos en la inauguración de la nueva sede porteña del diario Perfil. El tercero en discordia, Sergio Massa, llegó tarde y se perdió la foto, aunque quizás esa fue su intención. Una imagen así, en jornada de reflexión –la campaña acabó el jueves– era impensable horas antes de las tres elecciones ganadas por el kirchnerismo. Si bien los Kirchner sacaron al país de la crisis del 2001 y promovieron avances sociales, la presidenta Fernández dejará la Casa Rosada el 10 de diciembre con una Argentina crispada, polarizada y en situación económica de riesgo: apenas sin crecimiento, inflación del 30% y un tipo de cambio ficticio sostenido por las reservas, lo que apunta a una devaluación inminente del peso.
“Juntar a estos tres candidatos era producir un acto de madurez política y un gesto imprescindible para señalar que la Argentina comenzará un nuevo ciclo”, escribía ayer el editor de Perfil, Jorge Fontevecchia. “El ejercicio del poder político tendrá que ser diferente al de un presidencialismo todopoderoso. Scioli, Macri y Massa tendrán la responsabilidad de cohabitar el liderazgo político de los próximos años compitiendo, pero de una manera colaborativa incluso para beneficio de aquellos a quienes no les toque gobernar”, añadía el editor.
Las encuestas indican que Scioli ganará, con una horquilla del 38% al 41%, que Macri quedará segundo (28%-30%) y que Massa será tercero (20%-22%). Hay otros tres candidatos presidenciales que juntos no suman el 10%: la socialdemócrata Margarita Stolbizer, el izquierdista radical Nicolás del Caño y el expresidente peronista conservador Adolfo Rodríguez Saá.
No obstante, la incertidumbre se basa en saber si habrá segunda vuelta. En este sentido, los sondeos son ajustados, ya que para vencer en primera vuelta Scioli debe alcanzar un improbable 45%, o superar el 40% y sacar una diferencia mínima de diez puntos al segundo.
“Creo que va a haber segunda vuelta porque la polarización de dos modelos, de dos maneras de mirar no sólo la Argentina, sino el mundo, están consolidándose en la opinión de la gente; y esos dos modelos son el del gobierno y el nuestro”, dice a La Vanguardia el presidente de la histórica y antiperonista Unión Cívica Radical (UCR), que perdió en las primarias de Cambiemos y ahora apoya a Macri.
Formalmente, Scioli es el candidato kirchnerista, pero aceptado a regañadientes por Fernández gracias a su tirón electoral. En realidad, Scioli es un peronista clásico que ha basado su campaña en la ambigüedad: ofreciendo continuidad y, al mismo tiempo, marcando distancias con el gobierno.
Oficialmente, los ultrakirchneristas le apoyan. “Sin duda, es el candidato que expresa la continuidad”, indica a este diario el ministro de Defensa, Agustín Rossi. “Impondrá su propia impronta, pero donde va a estar presente la gestión de todos estos años es en el gobierno de Scioli”, matiza Rossi.
Sin embargo, el ala más izquierdista del kirchnerismo, representada por el colectivo de intelectuales Carta Abierta se ha mostrado públicamente mucho más crítica con el candidato. “Vamos a votar a Scioli desgarrados y con cara larga”, declaró esta semana el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González.
Además de las presidenciales, hoy también se celebran elecciones para elegir parcialmente diputados y senadores nacionales, gobernadores, parlamentarios y alcaldes de once provincias, y legisladores del Mercosur. Junto con saber quién será el futuro presidente, la incógnita más relevante a resolver es el nombre del futuro gobernador de Buenos Aires, el sustituto de Scioli. En manos peronistas desde 1987, las encuestas vaticinan un empate técnico entre la macrista de Cambiemos, María Eugenia Vidal, y el primer ministro kirchnerista, Aníbal Fernández. Si Vidal diese la sorpresa se convertiría en la primera gobernadora de la provincia más importante de Argentina, pues concentra el 40% de la población.