El Hollywood dorado pierde a Maureen O’Hara
MAUREEN O’HARA (1920-2015) Actriz norteamericana de origen irlandés
Sólo el genial cineasta John Ford hizo justicia con ella, convirtiéndola en la heroína de películas tan recordadas como ¡Qué verde era mi valle! (1941) o El hombre tranquilo (1952), ya que Hollywood la ninguneó a menudo, desdeñando su belleza y talento. Tal vez se debiera a su fama de mujer insumisa y combativa. Maureen O’Hara, la pelirroja predilecta de gran parte del público, falleció ayer en su casa de Boise (Idaho). Un comunicado emitido por la familia indicaba: “Ha muerto mientras dormía, con su música predilecta de fondo: la banda sonora de El hombre tranquilo”. Clint Eastwood y Liam Neeson le hicieron entrega el año pasado de un Oscar honorífico.
John Wayne dijo de ella: “Prefiero vérmelas con un matón de dos metros que con ese huracán devastador llamado Maureen O’Hara”.
Maureen Fitz-Simons, su nombre verdadero, nació en Millwall, cerca de Dublín, el 17 de agosto de 1920. Hija de un comerciante y una actriz y cantante amateur, Maureen recibió una rígida educación católica. A los cinco años descubría su vocación recitando un poema en una función teatral escolar. Esto decidió a su madre a inscribirla en una escuela de locución y luego siguió cursos de arte dramático y ballet. A los 14 empezó a colaborar en emisiones de radio Dublín.
Maureen solía recordar: “Mis padres me facilitaron el camino, pero los irlandeses somos pesimistas por naturaleza, así que me hicieron alternar mi vocación interpretativa con estudios de taquigrafía y contabilidad, que ellos consideraban más prácticos”. A los 17 años viaja con su madre hasta Londres para presentarse a una prueba cinematográfica. Resulta elegida y acompañará a Charles Laughton en Posada Jamaica (1939), película dirigida nada menos que por Alfred Hitchcock. Durante el rodaje conoce al productor y guionista George H. Brown, su primer marido, si bien el matrimonio duraría unas semanas, y es anulado en el año 1941. Ese mismo año se casaba con el guionista y director Will Price, con el que tuvo una hija. Se divorció doce años más tarde. Su tercer y último marido, Charles F. Blair, fallecido en 1978.
En 1939, Charles Laughton volvería a darle la réplica en Esmeralda, la zíngara. Su primer y glorioso encuentro con John Ford se produce dos después, cuando interpreta el papel de hija de un minero galés en ¡Qué verde era mi valle!, ganadora de cuatro premios Oscar, entre ellos el de mejor película. Maureen O’Hara actuaría junto a estrellas como Tyrone Power (El cisne negro) o Henry Fonda (El sargento inmortal) y en 1943 acompaña de nuevo a Laughton en Esta tierra es mía, obra maestra de Jean Renoir y vigoroso alegato contra el nazismo
En 1949, Nicholas Ray la dirige en Un secreto de mujer y al año siguiente se pone nuevamente a las órdenes de Ford en Río Grande, un western con la emblemática figura de John Wayne. Es en 1952 cuando ambos ruedan con Ford El hombre tranquilo, memorable comedia romántica y rural.
Sin embargo, la brillante trayectoria de Maureen O’Hara se vería enturbiada por películas mediocres que le eran impuestas por las productoras que la tenían bajo contrato. Siempre rebelde, cuando en 1946 adquiere la nacionalidad norteamericana se niega rotundamente a firmar un documento que la definía como “antigua súbdita británica”. También fue víctima de la férrea censura, moral, entonces imperante, que ordenó suprimir una escena amorosa entre ella y James Stewart en la comedia Un optimista de vacaciones (1962).