Un Primavera femenino
Jessica Pratt, Samantha Crain y Meg Remy con U.S. Girls confirman el rotundo acento femenino que prevalece en este Primavera Club
La jornada de ayer mostró a las claras el acento femenino de este Primavera Club, donde hoy actúa Lorely Rodríguez después de recibir ayer a Jessica Pratt, Samantha Craigg y Meg Remy, y a Heather Cameron durante la primera jornada.
Con las actuaciones ayer de Jessica Pratt y Samantha Crain, cantautoras que aportan nuevas perspectivas al folk, y de la también estadounidense Meg Remy, camuflada bajo su proyecto U.S. Girls, se puede afirmar que en el festival Primavera Club prevalece un acento femenino al que hoy se añade Empress Of, alias de la cantautora Lorely Rodriguez. A esos nombres hay que sumar las propuestas de la primera jornada, desde el concierto de Heather, promesa indie-punk local liderada por la cantante y flautista Heather Cameron, con un look vintage que parecía sacado de la revista Life.
El factor femenino es también determinante en el sonido de Novella, un quinteto de Brighton con cuatro chicas al frente. Vinieron a presentar una psicodelia cósmica impulsada por el ritmo motorik del krautrock incluida en su debut Land, dominado por el sonido saturado de sus dos guitarristas y los juegos vocales, elevando las canciones hacia unas atmósferas, que por momentos recordaban a Stereolab, muy acordes con la neblina lisérgica en la que estuvo sumido el Teatro Latino. Éste fue a la postre el único que estuvo en activo porque, en una situación poco menos que surrealista, el Teatre Principal fue precintado justo cuando había de celebrarse la primera actuación. La organización estaba tan perpleja como la audiencia y al final se supo que era ajena al asunto y que los daños colaterales fueron debidos a un problema de licencias que la empresa que regenta el local arrastra con el distrito de Ciutat Vella (más información en Vivir).
Pagaron justos por pecadores y sobre la marcha se anunció que los 9 conciertos previstos en el Teatre Principal se acomodarían en las 2 salas de Apolo y en el adyacente Teatro Latino, donde se reubicó la esperada actuación de la californiana Angel Deradoorian, conocida por haber militado en el grupo Dirty Projectors. Vino a presentar su debut, The expanding flower planet, acompañada por otra vocalista/percusionista, junto a la que recrearon una misteriosa propuesta en la que tienen un papel determinante unos juegos vocales reminiscentes de las voces búlgaras y de cierto chamanismo. Antes había sido el turno del trío británico Naked, cuyo pop oscila entre lo espectral y lo candoroso, presidido por la voz de Agnes Gryczkowska que, con una imagen a lo Pippi Calzaslargas siniestra, lleva la música hacia terrenos que colindan con The xx.
Pasada la medianoche el festival siguió en Apolo, reservando las propuestas metálicas para la sala pequeña en la que triunfó el dúo Bell Witch, siguiendo la pavorosa estela del doom de Sunn O))). El apartado bailable estuvo cubierto por el grupo británico Formatión, reivindicando el sonido punkfunk sin perder de vista la conexión con los ritmos disco. Algo similar, aunque más hedonista si cabe, es lo que ofrece el productor alemán Marius Lauber con su proyecto Roosevelt. Ayudado por bajo y batería y con él alternándose a guitarra y teclados, su sonido es pegajosamente pop y house, reivindicando melodías perfectas y ritmos que pusieron a la sala en danza.
El Teatre Principal fue precintado justo cuando había de celebrarse la primera actuación