La tragedia de Siria

Me impresionan esas imágenes que vemos en los telediarios donde esos miles y miles de refugiados huyen de Siria, Afganistán y otros países. Se le ponen a uno los pelos de punta al ver a esas personas caminando en medio de la lluvia, el frío y el fango por Eslovenia, que cierra sus fronteras porque sólo pueden cruzar 2.500 refugiados cada día. Escuece en propia carne ver a esos niños dormidos a hombros de sus padres exhaustos, sin fuerzas, gritando algunos de ellos ante las cámaras que van a morir de hambre y de frío.

¿Qué clase de humanidad es esta? Mientras, los políticos de la Unión Europea no son capaces de hacer nada. Sólo piensan en cerrar fronteras para que no entren, para que no les molesten... Muros aquí, muros allí, vallas de espinos por aquí o por allá... Una crueldad inaudita.

Los países más generosos en la acogida –Líbano, Turquía...– han recibido ya a millones de estos refugiados. Los países de la UE, mucho más ricos y con muchos más medios, se resisten a acoger sólo algunos miles de ellos. Están viendo cómo puede ocurrir una gran tragedia humanitaria con miles de desplazados que pueden morir mientras caminan entre la lluvia, el fango y el frío, sin alimentos ni ropa.

Cuando ocurra la gran tragedia, a lo mejor entonces se apresuran a hacer algo. Antes de que ocurra, habría que evitarlo. Ya están tardando.

JUAN CEJUDO CALDELAS

Cádiz