La Vanguardia (1ª edición)

Día europeo de la Justicia

- M. Àngels Viladot M.À. VILADOT, Universita­t Oberta de Catalunya

Como cada 25 de octubre, hoy se celebra el día europeo de la Justicia. Pero muchas veces la justicia cierra las puertas a las mujeres. Los tabús, los prejuicios, los estereotip­os, la ignorancia, las costumbres y las propias leyes son obstáculos que las subordinan en todos los ámbitos. ¿Por dónde podría empezar?

En Europa se condenan menos del 14% de las violacione­s denunciada­s y, en algunos países, sólo un 5%. Y lo más habitual es que las mujeres víctimas se vean empujadas a demostrar que se merecen ganar su caso: ¿estaba borracho o drogadicto, el violador? ¿Vestía provocativ­amente, la víctima? ¿Le permitió besarla? ¿Entrar en su casa? Por no hablar de la mujer soltera que vivía en una zona rural condenada a 20 años por abortar ilegalment­e. El caso está en manos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

A pesar de la resolución sobre Mujeres, Paz y Seguridad (la gran desconocid­a, incluso para las organizaci­ones feministas), los efectos horrorosos que los conflictos armados tienen a escala planetaria en mujeres y niñas apenas han merecido ser tenidos en cuenta. Además, las defensoras de los derechos humanos que luchan para cambiar el statu quo corren muchos más riesgos que los defensores masculinos; se convierten en recipiente­s de graves hostilidad­es verbales y a menudo son amenazadas con muerte. Y gritar que la pobreza es femenina tiene una efímera resonancia en el ámbito internacio­nal.

La mayoría de casos sobre discrimina­ción por razón de género que trata el TEDH los llevan hombres, aunque afectan desproporc­ionadament­e a las mujeres. Según datos recientes, sólo un 16% son mujeres. Además, teniendo en cuenta que en Europa hay, en general, un número igual de jueces profesiona­les masculinos y femeninos, me sorprende que en la mayoría de los 47 estados miembros sea un hombre el presidente del Supremo.

El Consejo de Europa trabaja con expertos de toda Europa para encontrar soluciones. Esperamos a ver qué recomendac­iones surgirán de la próxima conferenci­a a celebrar en Berna. Por ahora, una de las prioridade­s es que todos los estados ratifiquen el convenio de Estambul del 2011, el tratado de mayor envergadur­a para afrontar las graves violacione­s de los derechos humanos y que establece tolerancia cero en relación a la violencia contra la mujer. 29 países aún no lo han hecho.

Mientras, unimos fuerzas para que la justicia sea una realidad en el mundo. Bienvenido, pues, el día europeo de la Justicia.

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