Si te pillan, te suspenden seguro
En la facultad de Derecho de la UB tienen claro las consecuencias a las que se enfrentarán los estudiantes tramposos. “Si comprobamos que un estudiante ha plagiado un trabajo de fin de grado, quedará inmediatamente suspendido y tendrá que volver a matricularse de la asignatura”, avisa Max Turull, vicedecano de la facultad. Y las segundas matrículas son mucho más caras que las primera. Además, un suspenso penaliza a los alumnos a la hora de solicitar becas públicas. Las sanciones y el software antiplagio no son los únicos métodos que utilizan en esta facultad para evitar las copias. En primer curso los estudiantes tienen una asignatura en la que se les enseña, precisamente, cómo utilizar las fuentes documentales. En ella se hace pedagogía sobre el respeto a las obras originales, cuándo y cómo es lícito utilizar una idea o texto de otro autor. El vicerrector de la URL Jordi Riera aboga también por conectar los ejercicios y prácticas a la realidad del alumno, para evitar que pueda encontrar respuestas prefabricadas en páginas de internet especializadas en copias, como el Rincón del vago. Preguntas y ejercicios relacionados con temas actuales, en los que el alumno deba dejar su propia huella. “Cuando entregan un trabajo hecho a base de corta y pega se nota, falta coherencia entre los textos y el nivel puede ser muy diferente al que ha tenido el alumno durante el curso”, afirma Riera.