Nueva Zelanda remonta tras el descanso y defenderá el título el próximo sábado
Los All Blacks tienen a su alcance ser el primer equipo capaz de revalidar el título en la Copa del Mundo. Ayer obtuvieron este privilegio después de una semifinal emocionante y muy disputada ante los Springboks, que dominaban en el descanso por 12-7 pero fueron claramente superados en la reanudación por el acierto y el empuje de un conjunto formidable que tuvo un dominio territorial espectacular (72%) y una posesión del balón también muy alta (65%). Nueva Zelanda, que disputará su cuarta final, espera ahora rival para el duelo del próximo sábado, que saldrá del partido de hoy entre Australia y Argentina.
Nueva Zelanda logró un ensayo en cada parte, con Jerome Kaino y Beauden Barrett, respectivamente, y el apertura Dan Carter anotó los otros diez puntos de los All Blacks, que confirmaron finalmente su condición de indiscutibles favoritos al título, que sería el tercero después de los de 1987 y el 2011. De conseguirlo, romperían la maldición que les califica como un bloque débil lejos de casa, donde siempre han perdido.
Campeones en 1995 y 2007, los sudafricanos, que han ido de menos a más tras la derrota inicial ante Japón, no fueron capaces de frenar después del descanso el empuje del rival y cedieron la iniciativa que les había dado los cuatro golpes de castigo transformados por el joven apertura Handre Pollard, de 21 años. La victoria de ayer sitúa de nuevo a Nueva Zelanda en su escenario predilecto, en el camino hacia la gloria.