Rossi tira de la moto a Márquez y el Mundial hierve
Rossi tira a Márquez con una acción antideportiva y recibe el castigo de salir último en Cheste jugándose el título
El mito ensució su leyenda. La debilidad fue más fuerte que su grandeza como piloto y se adentró peligrosamente en el lado oscuro, el de la mezquindad y el juego sucio. Valentino Rossi se la tenía jurada a Marc Márquez, tras arremeter el jueves contra el catalán con dureza verbal, acusándole de jugar con él y de ayudar a Jorge Lorenzo en Australia. Ayer, en el fragor de la batalla, pasó a las manos. En una acción antideportiva, el italiano derribó a Marc cansado de que le opusiera resistencia, de que le demostrase ser más duro que él. Rossi arrinconó a Marc en el exterior de la curva y le soltó una coz. Márquez se fue al suelo. Y Rossi manchó su nombre. Y se complicó muchísimo su 10.º título mundial.
Dirección de Carrera actuó con rapidez y acabó de eclipsar el triunfo de Dani Pedrosa. Las explicaciones de Rossi a los jueces debieron surtir efecto. Le sancionaron con tres puntos en el carnet de piloto, lo que implica que saldrá desde el fondo de la parrilla en Cheste, en la carrera que decide el título. Un castigo por “pilotaje irresponsable causando un peligro a otro competidor”, ya que “se abrió deliberadamente en la curva 14 para forzar a otro piloto (Márquez) a salirse de la trazada, con lo que le causó la caída”. Una descripción tan impecable como aséptica.
En la pista, la maniobra no pudo ser más fea, sorprendente e inapropiada para un piloto de la categoría de Rossi. Una muestra inequívoca de que el Dottore perdió los papeles. De que Marc –jugando siempre limpio– le desquició.
La jugada de la polémica ocurrió en la séptima vuelta de las 20 de la carrera. En ese momento, Pedrosa y Lorenzo, con mejor ritmo, ya habían emprendido la fuga y sacaban 3,3 segundos a Rossi y a Márquez, tercero y cuarto. El catalán y el italiano se habían encontrado en el tercer giro, después de que Lorenzo pasara a Marc. En el cuarto, el 93 y el 46 iniciaron su baile particular.
Como en Australia, el duelo comenzó siendo una delicia de pasadas y repasadas, de adelantamientos al límite, de valentía, de ver quién podía más. Se pasaron 11 veces en tres giros. En la octava maniobra, de Rossi sobre Marc, el Dottore levantó la mano, advirtiéndole que ya había suficiente.
Pero no. Márquez insistió, le recuperó la posición dos veces más. Hasta que Rossi se hartó del juego y preparó su medicina. Esperó a la curva 14, muy abierta, de derechas, cuando tuvo a Marc en paralelo lo arrinconó hacia el exterior, sacándolo de la trazada y le soltó la pierna izquierda, que impactó contra Márquez. Y se desató la polémica.
“Esto no es un incidente de carrera...”, se quejaba Marc, muy molesto. “Me adelantó, me miró dos veces y puso la moto recta, luego me soltó una patada que me bloqueó el freno delantero y me hizo caer”, explicaba, incrédulo con lo vivido. “No habíamos tenido ningún contacto, estábamos luchando de manera limpia. Aquí nos jugamos la vida, no sé cómo puede pensar en sacar a un piloto con la pierna. No había vivido nunca algo así en estos años”.
La versión de Rossi es que no quiso “hacer caer a Marc, sólo hacerle perder tiempo alargando la trazada porque estaba jugando sucio” y sólo pilotaba “para crearme problemas”. Su visión de la acción antideportiva era peculiar: “Me encontré con él y nos dimos un toque. Él tocó
“Estábamos luchando de manera limpia... No sé cómo puede pensar en sacar a un rival con la pierna”
mi pierna con el antebrazo y mi pie se salió del estribo; entonces Márquez ya se había caído”. El italiano, además, se sentía agraviado. “No es justa la sanción, me siega las piernas. Márquez gana. Me ha hecho perder el Mundial”. Próximo capítulo, y último: Cheste, 8 de noviembre, con Lorenzo a 7 puntos, y Rossi saliendo último. Arderá Valencia.