La Vanguardia (1ª edición)

Choque generacion­al

Del “piccolo bastardo” al “ya no seremos amigos”

- TONI LÓPEZ JORDÀ Barcelona

Valentino Rossi (36) y Marc Márquez (22) se llevan 14 años. Cuando el de Cervera llegó al Mundial (2008), el Dottore ya acumulaba 7 títulos. Era el mito, el espejo, el referente, para una generación de pilotos, la nacida en los 90. Entre ellos, Marc, que de pe-queñín se había fotografia­do con el ídolo italiano. Sin embargo, la devoción unidirecci­onal se tornó recíproca. Rossi pronto quedó prendado de las maneras agresivas y talentosas del chavalín del 93, del que predijo que sería su heredero. No tardó Marc ni un lustro en darle la razón.

En su primer curso en la clase de los mayores, en el 2013, Márquez se erigió en el campeón más joven de la historia de la cilindrada reina con un pilotaje ambicioso, divertido, impetuoso, que mejoraba la versión del Dottore. Valentino lo acogió como su delfín, se reían las gracias –sobre todo cuando Marc echaba de pista a Lorenzo o a Pedrosa–, y se profesaban mutua admiración y respeto. Entre broma y broma, el niño de las maravillas marcaba su terreno y superaba al mito, como en Laguna Seca’13, donde Marc adelantó a Vale en el Sacacorcho­s, con una maniobra de motocross, como Rossi había perpetrado con Stoner. Al llegar al prepodio, entre risas, Valentino cogía por el cuello y le soltaba lo de “piccolo bastardo”.

Sin embargo, la relación de amor empezó a deteriorar­se este 2015. Dos episodios marcan un distanciam­iento progresivo que ha desembocad­o en una ruptura sin visos de arreglo. El primero fue en Argentina, en abril. Rossi superó a Marc en el mano a mano por la victoria, con caída incluida del catalán al intentar adelantarl­e. “¿Mi relación con Marc? Creo que le daré menos besos, pero en la cama será igual”, contestaba irónicamen­te Vale en Jerez. Ya no se prodigaban bromas ni saludos efusivos. “No creo que la acción fuese para romper una relación, fue un lance”, quitaba hierro Marc.

Sin embargo, en Assen, estalló el conflicto cuando Rossi birló la victoria a Marc con un recto por la hierba, cortando la última chicane. Márquez le acusó de juego sucio y Rossi replicó que “Marc siempre es así; si él juega duro, los demás podemos responderl­e”.

La ruptura definitiva llegó en Australia. Tras la carrera –que ganó Marc–, Rossi le acusó de jugar con él y de ayudar a Lorenzo, para que no interfirie­se en su lucha por el título. “Que se preocupe de ganar”, le respondió. Rossi no le hizo caso.

Los episodios de Argentina y Assen, ambos con derrota de Marc, convirtier­on la amistad en desprecio ”Amigos ya no lo seremos, es difícil entender que un compañero te tire de una patada; después de esta acción ha perdido el respeto de mucha gente, y el mío también. Hoy no ha sabido comportars­e ni dentro ni fuera de la pista. Este es un deporte en el que te juegas la vida y no me entra en la cabeza soltar una patada”

MARC MÁRQUEZ “Marc ha hecho una pésima actuación; ha sido la prueba de que tenía razón el jueves, era verdad. Pensaba que se comportarí­a de otra forma, pero ha sido peor que en Australia. Márquez ha ganado, su plan ha funcionado, me ha hecho perder el Mundial”

VALENTINO ROSSI “Mi relación con Rossi era cordial, con mucho respeto, quizás se enfrió un poco por la tensión del campeonato. Pero la verdad es que lo que ha hecho (a Marc) no está a la altura del gran campeón que era él, o que tiene que demostrar que sigue siendo”

JORGE LORENZO

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MIRCO LAZZARI GP / GETTY Valentino Rossi persiguien­do a Marc Márquez, ayer en un momento de la carrera en Malasia

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