Mas acusa a Rajoy de “agredir” a los catalanes por “defender unas ideas”
“Cuantas más agresiones recibamos, más ensancharemos la base soberanista”, dice el president
Artur Mas se mostró ayer muy indignado por la decisión del Gobierno del PP de añadir nuevos controles para la concesión del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), además de su exclusión de la ronda de contactos sobre la lucha antiterrorista. En tono airado, el president lo calificó de “agresión humillante” y advirtió a Rajoy que “cuantas más agresiones”, más se ampliará la franja de votantes independentistas. “Ellos continuarán ayudándonos”, dijo en alusión al Gobierno.
No sólo no habrá marcha atrás, sino que Artur Mas confía en que la “agresión institucional” que entiende que el Estado español está poniendo en práctica contra la población de Catalunya contribuya a ampliar la base soberanista para hacer irreversible el proceso de independencia. El presidente de la Generalitat valoró ayer de esta forma las últimas acciones emprendidas por el Gobierno del PP con relación a la imposición de mayores controles para el cobro del fondo de liquidez autonómico (FLA) o a su exclusión de las conversaciones sobre la lucha antiterrorista, que denunció como una “agresión humillante” a todos los catalanes sin distinción, “hayan votado a favor de la independencia o en contra”, por el simple hecho de “defender unas ideas políticas por vías pacíficas, democráticas y absolutamente respetuosas con los derechos humanos”.
Una situación de “extrema beligerancia” que es, a su juicio, un hecho “muy preocupante en términos democráticos”, remarcó con gesto grave durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, que esta vez quiso protagonizar en primera persona para subrayar la gravedad y trascendencia del momento político que está viviendo Catalunya. Y es que Artur Mas considera que la “ofensiva” del Gobierno español no es más que la reacción a los resultados del 27-S y a sus primeras consecuencias –la aprobación de la declaración de inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente– y apuesta por darle una respuesta “firme pero serena” en una doble dirección. Por un lado, una respuesta jurídica, con el encargo a los abogados de la Generalitat de que estudien todas las vías de recurso posibles, incluida, más allá de la del Tribunal Constitucional, la del contencioso-administrativo a través del Tribunal Supremo o incluso la de los tribunales internacionales. Y, por otro, una respuesta política, de manera que “cuantas más agresiones recibamos, más pondremos el acento en ensanchar la base soberanista para hacer más irreversible el proceso”, con el objetivo de que el 48% de apoyo a la independencia obtenido el 27-S pase al 50% en unos meses.
“Y confío más en la vía política que en la jurídica”, precisó el presidente de la Generalitat, que aseguró que “nos dedicaremos a ella”, convencido, además, de que “ellos –en alusión a la actitud del Gobierno del PP respecto a Catalunya– nos continuarán ayudando”. Artur Mas, de todos modos, dejó la puerta abierta al diálogo, por si después de la cita electoral del 20-D se produce “un cambio de gobierno en España” y “hay un gobierno que no agrede ni persigue a los catalanes ni nos señala con el dedo acusador”, y avanzó que en este hipotético nuevo escenario daría prioridad al punto noveno de la declaración de inicio del proceso de independencia, que apuesta por la negociación con el Estado español para hacer efectivo el mandato de las urnas de creación de un Estado catalán. “Mi primera obligación y responsabilidad es llevar a buen puerto lo que la mayoría del pueblo de Catalunya votó en las urnas el 27-S”, recalcó con la intención tanto de dejar claro que no piensa dar marcha atrás en el proceso soberanista como de tener cubiertos todos los flancos, consciente de que en las actuales circunstancias políticas el margen de maniobra es escaso. “Marcharse siempre es fácil, y más en las condiciones actuales, pero sería de una alta irresponsabilidad”, zanjó.
El presidente de la Generalitat admitía de esta manera, en el fondo, la ausencia de instrumentos de Catalunya para plantar cara a “quien tiene la fuerza” y la dificultad que de ello se deriva, pero también la “debilidad” que representa no tener constituido el nuevo Govern –a causa de la falta de acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP– y verse obligado a seguir en funciones ante un “adversario que tiene la sartén por el mango”. “Tenemos un adversario muy poderoso y estamos en una situación de más debilidad de la que tocaría”, reconoció no sin denotar cierta impotencia ante la aparente imposibilidad de desencallar la situación creada. Artur Mas, en cualquier caso, no desaprovechó el escenario de pugna con el Gobierno español y advirtió al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en relación con la “intervención encubierta” de la Generalitat a través del FLA, de que “juega con fuego y se acabará quemando si sigue por este camino”. Un aviso con el que justificó que los 1.300 millones “supuestamente irregulares” que se le reclaman corresponden a obras en carreteras y prisiones realizadas con métodos de financiación diferida y comunicadas al Gobierno español el 2009 y con el que denunció que quien ha utilizado a mansalva este mecanismo es precisamente el propio gabinete del PP.
“BELIGERANCIA EXTREMA” Reconoce que no tener Govern definitivo y seguir en funciones le causa “debilidad” “AGRESIÓN HUMILLANTE” Avisa a Montoro que con la utilización del FLA “juega con fuego y se acabará quemando” DESPUÉS DEL 20-D Se abre a dialogar con un nuevo gabinete español que “no persiga a los catalanes”