Recelos institucionales

La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de crear una Mesa Contra la Contaminación del Aire, que se puso en marcha el pasado martes, ha provocado sorpresa y hasta un ligero malestar en el Departament de Territori i Sostenibilitat, que no fue invitado a este foro, que ni siquiera tenía conocimiento de su constitución y que incluso sospecha que, detrás de esta actuación municipal, pueda existir cierta deslealtad institucional, ya que la Generalitat es la administración competente en esta materia y la que marca las directrices a los ayuntamientos. La creación de este órgano se produce un mes después de que, el 18 de octubre, se constituyera la Mesa de Calidad del Aire de la Conurbación de Barcelona, en la que el Ayuntamiento de la capital catalana sí está representado. El gobierno local no lo entiende de la misma manera y argumenta que se ha limitado a recoger un mandato de la propia Generalitat, que instó a los municipios a definir sus actuaciones dentro del marco general del gobierno autonómico.