La Vanguardia (1ª edición)

Catalunya, el arma electoral del PP

Rajoy habla del proceso allá donde va, ayer en un pueblo de Cuenca

- CARMEN DEL RIEGO Madrid

En el pueblo de Las Mesas (Cuenca) Rajoy habló de Catalunya censurando el proceso y clamando por la unidad de España. El proceso se ha convertido en un asunto de sus discursos de campaña, ya sean en este pueblo de 2.500 habitantes, en el Retiro de Madrid o en Lorca. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ve cómo arranca los mayores aplausos entre el público cuando menciona el asunto catalán.

Antes de la presentaci­ón de la propuesta de resolución de inicio del proceso de independen­cia, ahora suspendida por el Tribunal Constituci­onal, el PP debatió si la cuestión territoria­l y, de paso, la reforma de la Constituci­ón, debía estar presente en el debate electoral, o no. Dudaban de si llevarlo a la arena mitinera le perjudicab­a o le beneficiab­a. A pesar de que la opinión no era unánime, la decisión fue aparcar el debate.

Pero la propuesta de resolución del Parlament lo cambió todo y el PP y el Gobierno no sólo tuvieron que volver a introducir el debate catalán en su discurso político, y por lo tanto electoral, sino que además vieron cómo pronunciar sólo las palabras “unidad de España”, “soberanía nacional” o “igualdad de los españoles” arranca los mayores aplausos entre el público. Tal fue el caso de ayer con los habitantes de Las Mesas, un pueblo esencialme­nte agrario que ayer vieron sorprendid­os como un presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, recalaba por allí, junto al ministro de Justicia, que es número 1 del PP por Cuenca, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dentro de un periplo que llevó ayer a Rajoy por La Roda (Albacete); Campo de Criptana (Ciudad Real) y Ocaña (Toledo).

Los meseños le hablaron a Rajoy de agricultur­a y de lo que tardan las subvencion­es europeas en llegar, pero Rajoy, metido en campaña, tras hacer un leve esbozo de la Política Agraria Común le habló a los simpatizan­tes del PP de lo que habla siempre, porque es el mensaje electoral que quiere transmitir el presidente del Gobierno: de economía, de lo importante de continuar el rumbo para consolidar la recuperaci­ón; del terrorismo yihadista, introducid­o tras los atentados de París, y porque mientras se celebraba el mitin en Madrid estaba reunido el pacto antiyahidi­sta, y de Catalunya: “El PP va a defender la unidad de España como ha hecho siempre”, empezó, y todos irrumpiero­n en aplausos. “España va a defender la soberanía nacional, que quiere decir que lo que sea España lo decide el conjunto del pueblo español y no unos pocos” y va a garantizar que “nadie le va a quitar a los españoles una parte de su país”.

Reivindica­ción de España y posición clara sobre la pretendida independen­cia de Catalunya, sin citarla, acompañada por una afirmación de la igualdad de todos los españoles. Igualdad en oportunida­des y en obligacion­es, en derechos y en deberes, que traducido es que no consentirá privilegio­s a Catalunya.

Y un tercer mensaje, siempre sin citar a Catalunya ni pronunciar el nombre de Artur Mas, aunque no hacía falta, todos sabían de que estaba hablando cuando Rajoy subrayó que “España es una democracia avanzada, de las más avanzadas del mundo, donde la ley se cumple”. Y él, Mariano Rajoy, se erige en garante del cumplimien­to de esa ley frente a quienes anuncian “que se van a saltar la ley a la torera”.

Y claro, el público, arrancó, como siempre, a aplaudir.

El presidente arranca aplausos en todos los rincones de España cada vez que habla de la unidad nacional

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SANTIAGO TORRALBA / EFE Rajoy fotografiá­ndose con vecinos de Las Mesas, un pueblo de Cuenca

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