JxSí busca condicionar la decisión de la CUP sobre la investidura de Mas
La coalición plantea fórmulas de coordinación entre el president y los superconsellers
Influir en la decisión de la CUP sobre la investidura del presidente de la Generalitat ante el debate nacional que tiene convocado para el domingo, y más en un momento en el que las diferencias internas han empezado a aflorar, es el objetivo que se esconde detrás de la última propuesta que le ha planteado Junts pel Sí para desencallar la negociación. Una propuesta, que le hizo llegar en un reunión mantenida el lunes, que en la práctica no es más que el planteamiento efectuado por Artur Mas antes de la segunda votación del pasado día 12, aunque más detallado, y que de momento la formación de la izquierda anticapitalista se ha limitado a trasladar al escrutinio de sus bases.
La nueva propuesta especifica que el Govern, junto a la figura de la presidencia de la Generalitat que seguirá en manos del líder de CDC, se dotará de tres comisiones delegadas: una de Economia i Ocupació, que liderará el vicepresidente, que será Oriol Junqueras; una de Afers Exteriors, Institucionals i Transparència, que presidirá el conseller del mismo nombre, que será Raül Romeva; y una de Estat del Benestar, que presidirá la consellera de Presidència, que será Neus Munté. Es decir, la estructura avanzada por el propio presidente de la Generalitat en la segunda sesión del debate de investidura, en línea con el esquema de “presidencia coral” planteado inmediatamente después del 27-S por la CUP, pero que deja claro que presidencia sólo hay una.
La novedad que introduce Junts pel Sí en esta ocasión es la existencia de mecanismos de coordinación entre estas comisiones delegadas o super-consellerias –de las que además detalla sus funciones– y el presidente, si bien sin concretarlos, con el fin de reforzar el carácter de gabinete de transición que tendrá el futuro Govern. Podría tratarse, por ejemplo, de un llamado consejo de presidencia, pero el nombre y el formato todavía no están cerrados, aunque estarán en consonancia con el modelo utilizado por Pasqual Maragall el 2005. La oferta, que recoge también el compromiso del presidente de la Generalitat de someterse a una cuestión de confianza más o menos a mitad del mandato previsto de dieciocho meses, está articulada, en lo que a la composición del Govern se refiere, en forma de decreto, que sería el primero que firmaría Artur Mas una vez elegido, junto a los de nombramiento de los consellers. “Nos estamos moviendo para que haya acuerdo, pero si no se mueve todo el mundo el acuerdo es imposible”, advirtió ayer el propio presidente de la Generalitat.
La CUP, no obstante, recela de la propuesta de Junts pel Sí, al entender que es prácticamente igual a la presentada por el líder de CDC hace dos semanas. En este sentido, Xevi Generó, miembro del secretariado nacional, fue contundente a través de un tuit: “Nada nuevo, modelo presidencialista, y ‘el botón’ [de elecciones anticipadas] secuestrado”. La CUP celebra este domingo el debate nacional para trasladar a sus bases los detalles de las negociaciones con Junts pel Sí y discutirlos. La jornada de debate, que tendrá carácter informativo y no decisorio,
Los cuperos celebran el domingo un debate ante 1.600 militantes para informar sobre las negociaciones
se realizará en Manresa y a ella acudirán más de 1.600 militantes.
Mientras la negociación continúa a un ritmo muy lento, la declaración de inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente aprobada por el Parlament empieza a tener sus consecuencias. El presidente de la diputación de Tarragona, Josep Poblet, de CDC, ha vetado en el pleno de hoy el debate de un texto de ERC y la CUP de apoyo a la resolución y lo ha hecho con el argumento de que está suspendida por el TC, cuando precisamente uno de los objetos de la declaración es hacer caso omiso a las decisiones del Alto Tribunal. Las diputaciones de Girona y Lleida, en cambio, sí que lo han aprobado, con el respaldo de CiU, ERC y la CUP.