Hoy no toca
Aunque fue Pujol quien puso de moda el “hoy no toca” cuando una pregunta lo importunaba, lo cierto es que esa práctica censora conforma el ADN de muchos políticos. Incluso los que van de impolutos como la CUP son tildados de usar esas tijeras por algunos periodistas que siguen sus cuitas, porque la tentación de controlar el mensaje acostumbra a ser innata al poder. De ahí la razón de Montesquieu cuando aseguraba que la única manera de no abusar del poder era justamente que el poder detuviera al poder. O, dicho de otra manera, la importancia de que los “otros poderes” de la democracia, como la prensa libre, vigilen a quien ejerce el poder político.
Sin embargo, ese equilibrio se quiebra permanentemente, y lo peor no es que ocurra, sino que no indigne cuando ocurre. Acaba de pasar, por ejemplo, en un tema delicado y trágico. El primer ministro francés, Manuel Valls, ha planteado la necesidad de que toda la UE se implique en la guerra contra el Daesh y le ha dicho a España que tiene obligaciones militares al respecto. A partir de aquí, la actitud del Gobierno español puede deambular desde el sí convencido hasta el no
A la pregunta de si España debe ir a la guerra contra el Daesh, el PP responde: “Estamos en elecciones”
razonado, con el debate a carne abierta pertinente. Pero como decía Josep Cuní en un espléndido editorial en 8al dia, lo que no es aceptable es el “hoy no toca” con el que el Ejecutivo de Rajoy, vía Guindos, ha respondido.
Es decir, a la pregunta de si España debe ir a la guerra contra el Daesh, de la mano de Francia y del resto de los países europeos, el PP responde “estamos en elecciones”, y en elecciones parece que no toca aclarar qué piensan hacer con algo tan importante como es la guerra y el terrorismo. Cuní lo formuló con una pregunta precisa: “¿Significa que el día 21 de diciembre puede tomar la decisión que deliberadamente no habría sometido a la voluntad ciudadana el día anterior?”. Es decir, ¿el PP considera democrático, ético, normal hurtar a la ciudadanía su decisión de ir a una guerra? Y el resto de los partidos, ¿también consideran normal no aclarar este punto tan caliente de los próximos tiempos?
Porque hablamos de terrorismo, de amenazas, de movimientos militares, de decisiones que afectarán a la vida de todos, tanto si entramos en la guerra –para muchos, necesaria– como si optamos por hacernos los despistados. Y tener unos candidatos a la presidencia que no consideran necesario responder ahora a estas preguntas, so pena de perder votos, es escandaloso y contrario a la exigencia democrática.
Y, además, es tratar a la ciudadanía como si fuera menor de edad. Esa concepción del poder es despótica, incluso cuando se hace en democracia, y sólo puede anunciar un gobierno despótico. Porque es ahora cuando las preguntas son tan necesarias como exigibles las respuestas. La información es un bien público y no un patrimonio del poder político.
Quienes la hurtan desprecian a la ciudadanía tanto como a la democracia.