El CSIC alerta de que el Mediterráneo se vuelve más ácido
El descenso del pH del agua a causa del cambio climático degrada los ecosistemas marinos
Una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha constatado por primera vez de forma precisa la disminución del pH de las aguas que abandonan la cuenca mediterránea a través del estrecho de Gibraltar. La investigación, publicada en el último número de Scientific Reports, confirma la “elevada” vulnerabilidad del Mediterráneo al proceso de acidificación.
La absorción de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera por los océanos provoca acidificación oceánica, causando así una reducción del pH del agua del mar. “Así, a pesar de que la captación de CO2 ayuda a mitigar los efectos climáticos de las emisiones de este gas, la disminución de pH resultante acarrea consecuencias desfavorables para los ecosistemas marinos, ya que afecta a los ciclos biogeoquímicos que en ellos se desarrollan y a toda la cadena trófica”, explica Emma Huertas, del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía.
El Mediterráneo es muy sensible a la acidificación debido a su carácter semicerrado y a que recibe carbono desde el Atlántico Norte a través del estrecho de Gibraltar. “Nuestros resultados confirman la elevada vulnerabilidad del Mediterráneo al incremento de CO2 en la atmósfera, y en las aguas oceánicas, provocado por las emisiones de origen humano”, indica Susana Flecha, coautora del artículo.
La disminución del pH afecta al plancton oceánico y a los corales y bivalvos, que ven alterados sus mecanismos celulares de funcionamiento básico y el acceso al carbonato, cemento a partir del cual se construyen las estructuras calcáreas marinas. Según Huertas, “en el Mediterráneo se han identificado ecosistemas icónicos muy sensibles a modificaciones en el pH de sus aguas, que comprenden desde las extensas praderas de posidonia hasta las comunidades costeras de corales rojos”. “Es esencial determinar con precisión qué grado de exposición al descenso de pH están experimentando estos hábitats”, advierte la investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía.