Entre el rescate y la “responsabilidad” bancaria
El colapso de Abengoa, que ya ha protagonizado el mayor preconcurso de acreedores de la historia de España, no deja indiferente a nadie. Están en juego 24.000 empleos, 6.000 de ellos en España, y la salvación de un gran grupo de empresas que sería excelente si no fuera por el peso de 25.000 millones de deuda. Pero, pese a su importancia, no será rescatada. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, descartó ayer esta posibilidad, como habían pedido Izquierda Unida y UGT. Soria negó el rescate con dinero público, pero expresó su confianza en que, en los cuatro meses de plazo del preconcurso, la compañía logre “una solución” a través de “una renegociación con los acreedores y una refinanciación”. “Lo que no se está planteando el Gobierno es una participación pública, ni muchísimo menos”, añadió. El candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, exigió una “respuesta inmediata de la administración pública” y que el Ejecutivo fuerce a la banca a apoyar a la empresa. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió al Gobierno que se “comprometa políticamente” en la búsqueda de una solución a la “muy difícil” situación de Abengoa y, si esto no “diera resultados”, habló de la intervención directa a través del ICO y de Bankia. Por último, Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, pidió “responsabilidad social y compromiso” a los bancos.