Violencia narco, violencia yihadista
“La primera violencia en México es la propia ineficacia del Estado: existe un porcentaje de impunidad del 98 al 99 por ciento de todos y cada uno de los delitos que se cometen en el país”, dice Sergio González Rodríguez. “Además, la ONU considera que en México tanto las fuerzas armadas como policías vulneran derechos humanos y practican la tortura en forma generalizada y cotidiana. La ineficacia y abusos del Estado son parte pues del problema de la violencia y la inseguridad, pues el crimen organizado y los delincuentes comunes actúan en cada momento, y hay localidades, territorios y trayectos donde los criminales, en connivencia contra los ciudadanos, imponen su dominio. Es evidente la falta de un Estado de derecho”. A ello se suman la violencia contra las mujeres y la de tipo intrafamiliar, que a su vez se despliega hacia la violencia escolar entre niños y menores. El autor dice que “en México persiste un Estado alegal, un an-Estado, es decir, un Estado que está fuera y contra la propia legalidad y que funciona por sus disfuncionalidades al mismo tiempo que simula defender la ley y cumplir el derecho convencional internacional. El Gobierno administra efectos, pero no combate causas, gasta mucho dinero en compra de armas y en propaganda para tratar de legitimarse dentro y fuera del país, y admite y prolonga demasiada corrupción y opacidad en sus acciones”. “Los traficantes de drogas mexicanos comenzaron a imitar el uso de las redes sociales de los fundamentalistas musulmanes hacia el 2005, y divulgaron su actos de barbarie y crueldad contra grupos rivales. La matriz comunicativa es la misma: crear un ambiente de miedo entre los competidores y la gente en general. A la vez, la exposición de imágenes violentas puede producir indiferencia por saturación de ellas pero, en un sentido contrario, dichas imágenes pueden ayudar a la reflexión crítica”.