Mestalla, último fortín para el Barça
Un Valencia de transición pone a prueba la dinámica sublime del Barcelona en un estadio invicto desde hace un año
El exigente público de Mestalla no ve a su equipo perder un partido de Liga desde hace más de un año. La última derrota del Valencia en su estadio se produjo el 30 de noviembre de 2014 precisamente contra el Barcelona (0-1), producto de un gol de Busquets en el minuto 94 que decantó un partido trepidante y con ocasiones para los dos bandos. Desde entonces, el estadio valencianista ha registrado una serie de 13 triunfos locales y 5 empates. Los visitantes únicamente han conseguido 8 goles en estos 18 partidos. Nuno Espírito Santo construyó un castillo en el Turia, pero no ha sido suficientemente sólido para salvarle la cabeza. El técnico portugués, extremadamente presionado, dimitió el pasado domingo tras caer derrotado (1-0) en Sevilla y hoy, de manera provisional, será Salvador González Voro el encargado de mantener la racha de resultados al frente del banquillo de Mestalla. Pasado el trago de hoy Gary Neville asumirá las funciones de entrenador, más por su amistad y sus relaciones comerciales con el dueño, Peter Lim, que por su currículum técnico, que es inexistente.
El Valencia parece estar en condiciones de competir en líos con el campeón de la especialidad, el Real Madrid. Entre lesionados y sancionados presenta una decena de bajas, circunstancia que ha obligado a Voro a completar la convocatoria con cuatro futbolistas del filial. Pero Luis Enrique, que se apresuró a elogiar el trabajo de Nuno, no se fía de los embrollos del rival. Pueden convertirse en un arma de doble filo, un desafío que impulse al equipo a ofrecer una buena versión. “Será un partido difícil, complicado como todos en Valencia y contra un equipo que me gusta, lleno de jugadores jóvenes y jugadores de calidad”, profetizó el técnico asturiano.
Es incuestionable que algo se romperá hoy en Mestalla. O cae el fortín valencianista o se parte la cadena de siete victorias consecutivas del Barcelona, las últimas seis por goleada. La dinámica de resultados del conjunto blaugrana (26 goles a favor y 2 en contra en los últimos 6 compromisos), que lleva ocho temporadas sin perder en Mestalla, es sublime y su momento de juego parece irrebatible. “El del Valencia es uno de los campos a priori más complicados sin ninguna duda”, avisó Luis Enrique, pero su equipo se ha impuesto de manera convincente en plazas tan respetables como San Mamés, el Calderón o el Bernabeu, campos que no tendrá que visitar en la segunda vuelta. En pura teoría el de hoy podría calificarse como el desplazamiento más comprometido de lo que queda de Liga, con permiso del derbi.
El Barcelona dispone de casi todo su potencial para apuntalar el liderato. Mathieu, que sufrió una elongación muscular el miércoles, y Sergi Roberto, que no se ha recuperado de una contusión en el tobillo, han quedado excluidos de una convocatoria que contiene al filial Samper (conste que ninguno de los dieciocho jugadores convocados tiene sanciones por cumplir).
En los dos enfrentamientos al Valencia de la pasada temporada Luis Enrique configuró el mismo centro del campo, con Mascherano como pivote y Xavi y Busquets como interiores, un reparto conservador que Luis Enrique no descartó repetir en la función de hoy. Aunque parece más verosímil la alineación del conocido co-
LUIS ENRIQUE Y EL TRIDENTE “Reunir a tres jugadores de ese nivel técnico y conseguir que tengan esa solidaridad no creo que se haya dado nunca”
mo equipo de gala porque la inmensa mayoría de los titulares tuvieron oportunidad de descansar el pasado miércoles y porque el encuentro del próximo miércoles en Leverkusen que cierra la fase de grupos de la Champions es intrascendente para el Barça.
La aportación de los tres delanteros ha sido determinante en la dinámica de goleadas. Messi, Neymar y Suárez forman, para Luis Enrique, el mejor tridente de la historia: “Reunir a tres jugadores de este nivel técnico individual y conseguir que tengan esa solidaridad y hagan estos números no creo que se haya dado, al menos, en la historia reciente del fútbol, hasta donde yo conozco”.