WAKA WOMEN
El año que bailamos el waka waka y compramos una sonora vuvuzela fue el de la victoria de España en la Copa del Mundo. Así, el 2010 ha quedado indisolublemente unido en la memoria a la inédita victoria de la roja. El año del gol milagroso de Iniesta en el minuto 116 contra una Holanda que había demostrado mayores méritos como equipo de kárate que de balompié (recuérdese la patada a lo Bruce Lee ejecutada por Nigel De Jong contra Xabi Alonso). El año que descubrimos a Vicente Del Bosque, marqués no por sangre azul sino por sangre muy roja, como un líder carismático capaz de unir a un país sometido a las tensiones de la sentencia del Estatut en el Tribunal Constitucional, que abriría una nueva fase en el sempiterno “problema catalán”. De aquellas aguas...
Pasaron otros sucesos nunca vistos, como la erupción del volcán de nombre impronunciable Eyjafjallajökull, que volvió turulatos a los locutores de radio y televisión. EL topónimo se las trae y sólo es apto para aquellos que hablen el islandés en la intimidad. El nombre, bien o mal pronunciado, se repitió por los aeropuertos de medio mundo haciendo la vida imposible a miles de viajeros que se quedaron en tierra por la ceniza del volcán. Hasta el personaje interpretado por George Clooney en Up in the air debió verse afectado. Porque ese frequent traveller sabelotodo, experto en llevar el mínimo equipaje, localizar la cola más corta y ganar el máximo número de puntos con sus tarjetas de compañía aérea, se quedó en tierra en el viaje de los Oscar. Su vuelo hacia los premios de la Academia fue cancelado a pesar de sus seis nominaciones. La culpable, Kathryn Bigelow, la primera mujer que ganó el Oscar al mejor director(a) con En tierra hostil, que narra las andanzas de unos artificieros militares desmontando bombas. Por fin, la industria cinematográfica reconocía que somos algo más que la bella partenaire que da la contrarréplica al galán cobrando menos, como recuerda cada día Jennifer Lawrence. Singular fue el duelo de Bigelow con otro nominado, su titánico exmarido James Cameron. “Le ha enviado una cesta regalo... con un temporizador”, bromeó en la gala de los Oscar Alec Baldwin.