El negocio de las galaxias
Lo que sabemos, y lo que no queremos saber, de ‘El despertar de la fuerza’, la entrega VII de la serie galáctica
La séptima entrega de la saga Skywalker amenaza con batir todos los récords de ingresos, con la previsión de amasar 5.000 millones de dólares en las arcas de la factoría Disney en las primeras semanas.
Será el viernes 18 de diciembre el día de Star Wars: El despertar de la fuerza, el episodio VII de la serie galáctica que arrancó hace casi cuarenta años, en 1977, con George Lucas, su creador, y que ahora continua –¡hasta luego Lucas!– con Disney.
Ante la expectativa que El despertar de la fuerza ha creado –la fuerza es poderosa a su alrededor– uno imagina a los directivos de la compañía del ratón Mickey adecentando aquel viejo palacio donde el billonario Tío Gilito, el tío del Pato Donald, se bañaba en oro y diamantes Es el único lugar bien preparado donde podrán acumular tantas ganacias como se esperan. En Wall Street, se habla de 1.500 millones en las primeras semanas, y otras estimaciones se decantan por los 2.000 millones. Si sumamos el merchandising –es decir la venta de productos relacionados con la aventura–, entonces los beneficios se podrían situar con facilidad en los 5.000 millones de dólares.
Son cifras que marean, desde luego. Todo lo que rodea a Star Wars produce vértigo. El interés de los fans, lo primero. Empezando por la entrañable y emotiva historia de Daniel Fleetwood, enfermo terminal que consiguió su sueño de ver la nueva entrega que se estrena el 18 de diciembre, gracias a J.J. Abrams, antes de morir. O ese otro fan, James Darling, que ha reunido todas las escenas de los tráilers realizados hasta el momento de El despertar de la fuerza en un megatráiler de tres minutos y 40 segundos. Al verlo, uno puede tener la (falsa) impresión de que ya sabe casi todo de lo que se nos viene encima. Pero en realidad sabemos nada o muy poco.
Las redes sociales andan agitadas estos días por un supuesto desliz de Harrison Ford. Un secreto desvelado de la nueva entrega de Star Wars en un tuit que dice: “La lucha de espadas ente Rey y Kilo Ren: fantástica narrativa visual”, y eso, según los que saben, abre toda una línea de especulaciones y de sospechas de la trama. Son especulaciones de expertos, desde luego, que, en estos momentos, superan a la mayoría de los fans.
Para saber lo que significa el supuesto desliz de Ford habrá que esperar hasta que aparezca el logo de LucasFilms (eso continúa igual) precediendo al inicio de El despertar de la fuerza, suene la música épica de John Williams y empiece a desplegarse, como si de un rollo de papiro se tratase, el texto escrito que nos hará entrar en materia...
De momento sólo sabemos en realidad que dirige J.J. Abrams, aunque al parecer no quería hacerlo. Suficiente tenía con revivir Star Trek como para meterse en semejante fregado.
Lo tuvo que persuadir Kathleen Kennedy, una habitual de las producciones de Spielberg y Lucas, presidenta de la nueva Lucasfilm de Disney. Abrams insistió entonces en que uno de los guionistas de la nueva entrega fuera Lawrence Kasdam, veterano de la primera trilo- gía, la original, y entre ambos, rehicieron el guion.
Uno, por el lado de los deseos, espera que Abrams no permitirá que vuelvan personajes de la segunda trilogía –la que tenia que explicarlo todo– como Jar Jar Binks, que tanto mal hicieron. Esa trilogía segunda que, en realidad, eran los capítulos I, II y III y que, a su manera, nos obligó a familiarizarnos con la antipática palabra de precuela: lo que viene antes en la historia. Una trilogía que dejó en muchos una sensación de decepción e, incluso, de traición.
En la entrega VII parece que las cosas vuelven a su sitio y se da una mezcla de intérpretes veteranos de la serie, como Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford, que retoman sus papeles de Luke, Leia y Han Solo, con otros nuevos personajes, como los antes citados Finn, desertor de la tropa de asalto del imperio, y que interpreta el afroamericano John Boyega (curiosamente eliminado del cartel del filme en China, quizá por su condición de negro) y Rey (Daisy Ridley), personaje central, al menos del cartel. Max von Sydow, entre otros famosos, está en la película, pero no se sabe nada de su papel. Como Oscar Isaac y Lupita Nyong. Y por supuesto los androides C-3PO y R2-D2, y otro nuevo como el BB-8, el robot rodante de los tráileres. Tampoco faltará Chewbacca. Ninguna entrega de Star Wars sería lo mismo sin el peludo y gigantón personaje.
Se calcula que el estreno de la entrega VII supondrá para Disney más de 2.000 millones de dólares