Vive, haz tele y muere
TOÑO SANCHÍS. La vida va en serio.., y la tele también. La televisión es a vida o muerte. Anteanoche lo vi en Deluxe (Telecinco), que incluyó en el show a un hospitalizado por intoxicación medicamentosa, efecto nada colateral del espectáculo televisivo de la semana, que se juega sobre el tapete de las vidas personales, de las emociones desparramadas, de las entrañas de la propia biografía incluyendo a hijos, madres, parejas, amigos, lavados de estómago y cuentas corrientes. Shakespeare vive y trabaja en la tele: la conspicua Belén Esteban había relatado durante toda esta semana en Sálvame (Telecinco) el desgarro de descubrir que su representante –Toño Sanchís, se llama– la ha traicionado: la ha utilizado y le ha sisado ingresos. ¡Y ella confiaba tanto en él que le tenía en su testamento! ¡Y el muy felón estaba quedándose sus dineros y filtrando sus intimidades a la canallesca! Hay drama shakespeariano, y anteanoche Belén Esteban acudía a representarlo en el plató de Deluxe... y llegó la realidad para mejorarlo: han ingresado a Toño Sanchís en el hospital Puerta de Hierro de Madrid... Emoción. Tensión en el plató, rostros de preocupación, conexiones con la entrada del hospital... ¡Gran momento de televisión a vida o muerte! Ingesta de medicamentos. Intento de suicidio. El rostro de Belén Esteban se demuda, leemos su terror: ¿me acusarán de la muerte de Sanchís? Insuperable momento. Belén Esteban expresa entonces su dolor por la esposa e hijos de Sanchís y amaga con irse del plató... Jorge Javier Vázquez, el presentador, pone a salvo el producto al confortar a Belén Esteban, así: “Ahora te sientes culpable y eso es muy humano, pero no es culpa tuya lo que pase, porque cada uno es el responsable de sus actos”. ¡Bravo! Ella se serena y se queda en plató. El espectáculo continúa. Sálvame tiene aseguradas altísimas cuotas de pantalla la semana que viene, y la otra, y la otra... Toño Sanchís es el representante de la mitad de sus colaboradores, de modo que el relato puede prolongarse hasta el verano: podremos inculpar de la crisis suicida a Terelu Campos, por ejemplo, que esa misma tarde estuvo con Toño Sanchís y quizá le anunció que prescindía de sus servicios como representante... ¡Fantástico! Sálvame se salvará y se vendrá arriba, aunque en la cuneta vaya quedando algunos cadáveres, muy fértiles, pues así se abona la tierra, sean cadáveres literales o figurados. POLÍTICOS. ¿Ha ganado votos Soraya Sáenz de Santamaría en el globo de Jesús Calleja (Cuatro)? ¿Ha ganado votos Mariano Rajoy en la cocina de Bertín Osborne (La 1)? Me lo pregunta Alfons Arús en Arucitys (8tv), y le digo que los telespectadores somos sádicos por naturaleza y nos gusta ver sufrir un poco a los mandamases, verles hacer un poco el ridículo. Eso siempre se agradece y hasta nos enternece. Soraya y Mariano no han perdido votos, aunque no los hayan ganado. El espectáculo televisivo se frota las manos y se beneficia, ¡y todos contentos! Ver a Soraya dándole gas como una loca al todoterreno de Calleja hasta puede que le haya reportado algún voto, porque detrás de cada voto no sabemos lo que hay, pero no tiene por qué haber más reflexión que emoción. El telespectador es sádico y el votante comete en cada urna un crimen pasional, como se decía antes. Vienen días entretenidísimos de espectáculo, sadismo y locura, y por eso me mola la democracia.
Shakespeare vive en la tele: intento de suicidio; Sálvame se salvará, aun a costa de algún cadáver