El Madrid capea el temporal
Los blancos apabullan a un flojo Getafe con una buena primera parte y goles de Cristiano, Bale y Benzema El Atlético gana y sigue como sólido segundo
En tiempos de crisis no hay receta mejor para bajar la fiebre que un partido tranquilo y una buena ración de goles. El Getafe fue la medicina adecuada en el Bernabeu, que tuvo el placer de asistir al regreso a lo grande de la delantera titular, que jugó una primera parte casi perfecta. Bale, Benzema y Cristiano marcaron, se gustaron y volvieron loco al rival. Todo en 45 minutos, porque la segunda parte volvió a sobrar. Fue un tostón.
Entre lesiones y jaleos varios, Cristiano, Bale y Benzema no jugaban juntos sin problemas físicos desde finales de agosto. Y no marcaban los tres en un mismo partido desde el 22 de abril, en la matinal del 9-1 contra el Granada de la temporada pasada. De nuevo lo hicieron ayer y cada uno jugó y lo celebró a su estilo.
Benzema fue el primero en entrar en acción. El francés necesitaba reivindicarse, sobre todo ante su selección, que amenaza este jueves con apartarle del equipo nacional hasta que salga absuelto del sucio caso de chantaje sexual en el que se ve implicado. El delantero, habitualmente tan frío, entró al partido en combustión. Antes del cuarto de hora ya había marcado un doblete.
El primer gol de los blancos refleja un poco el estado caótico en que se mueve el equipo. Entró por la banda Lucas Vázquez, el lateral derecho improvisado por Rafa Benítez. Antes de centrar, buscó a alguien que le doblara y por allí apareció a la carrera Pepe, que centró al área como si fuera un lateral derecho de toda la vida. El balón sobrepasó a Cristiano y a toda la defensa azulona y le llegó a Benzema, que lo conectó a la red de un derechazo.
Diez minutos después, en plena zozobra, el Getafe recibió el segundo, un centro exquisito de
El Atlético, segundo de la tabla, sigue imparable con su ritmo de persecución y ya son siete jornadas encadenadas sin conocer la derrota después de asaltar el Nuevo Los Cármenes de Granada (0-2). El primer gol llegó gracias a una de las grandes armas clásicas del equipo de Simeone: los córners. El saque de esquina lo botó Koke y lo remató con la cabeza Godín. El uruguayo lo celebró yendo al banquillo para buscar una camiseta de su compañero Tiago, lesionado la semana pasada con una fractura de tibia. Para que no fuese el cuarto partido de Liga seguido que los colchoneros ganasen por un 1-0, en la recta final Antoine Griezmann hizo el segundo con un gran zurdazo desde dentro del área después de recibir una asistencia de Óliver. En la otra área, Oblak no tuvo ningún problema en mantener su portería a cero por noveno encuentro en las 14 jornadas disputadas. James que Bale cabeceó hacia atrás. Cristiano cayó al suelo pidiendo penalti y, mientras el uno protestaba, Benzema, que pasaba por allí, acertó de nuevo. Con los blancos abrazados haciendo una piña, Cristiano seguía mirando hacia Mateu con cara de pocos amigos pidiéndole explicaciones. El árbitro valenciano se acercó al portugués para consolarle con palabras cariñosas al oído.
Ya en plena fiesta, Bale anotó el tercero, este a pase de Cristiano, y el propio portugués consiguió el cuarto en una jugada que nació en el área blanca, una contra fulgurante de las que eran habituales en tiempos de Mourinho y que Cristiano finalizó con un remate cruzado de los buenos.
La presencia de Bale en la primera parte fue una continua pesadilla para el Getafe. El galés, que ya jugó así la semana pasada en Ipurua, parece haber abandonado sus veleidades de jugar por detrás del punta y el equipo lo nota para bien. Cambia sus escasas dotes de distribuidor del juego por una velocidad punta y un desborde que lo hacen temible.
La segunda parte no tuvo nada que ver con la primera, confirmando que el equipo sigue sin poder tener la continuidad deseada en 90 minutos. Tampoco el Getafe fue el mismo. Convencido de estar abocado a una goleada his- tórica si no se ponía las pilas, el equipo de Escribá salió con otra mentalidad, metió más la pierna y se dedicó sobre todo a evitar más goles en contra.
La puesta en escena del Madrid convirtió el duelo en un aburrimiento. Con el resultado a salvo, los blancos fueron un equipo horizontal, sin apenas una llegada a las inmediaciones de Guaita.
El Getafe creció con el conformismo del Madrid, se fue adueñando del balón y encontró el gol del honor en un cabezazo de Alexis tras un saque de esquina. Los cambios que introdujo Benítez no sirvieron para levantar el ánimo y el partido murió entre bostezos. El enfermo no ha sanado del todo, pero tampoco ha empeorado.
Karim Benzema se reivindica ante su selección con dos goles antes del cuarto de hora Cristiano protestó a Mateu que no le pitara penalti cuando el francés acababa de marcar el 2-0