Cuatro claves para ganar
Ocho equipos multidisciplinares, todos ellos encabezados por –o con participación de– un despacho de arquitectura catalán, ultiman este fin de semana un proyecto al que han dedicado enorme esfuerzo. Son los ocho finalistas del concurso de reforma y ampliación del Camp Nou, cuyo plazo de entrega expira el miércoles. Tras sucesivas cribas, uno de ellos será elegido como ganador y, por tanto, como autor del estadio del Barça del siglo XXI.
Las claves para ganar esta competición son varias, pero aquí desgranaremos cuatro: la económica, la urbana, la relativa al calendario y la icónica.
La clave económica, junto a la necesidad de adaptar el estadio a la normativa actual, está en el origen de esta operación arquitectónica. El Barça sabe que puede sacarle mucho más dinero –hasta 50 millones de euros anuales más– a sus partidos en el Camp Nou. Por ello, ha entregado a los concursantes unas bases detalladísimas, donde se precisa el tipo de localidades y servicios requeridos, siguiendo un modelo ya extendido en EE.UU.
La clave urbana es también esencial, puesto que el equipo blaugrana quiere aprovechar la obra para derribar barreras y crear, en el llamado Espai Barça, un ámbito público integrado en la ciudad, donde se relacionen bien las distintas instalaciones del club, desde el estadio hasta el museo, pasando por la tienda. Y donde se logre una gran plaza y un punto de encuentro entre la zona universitaria y Les Corts.
El calendario de obras es una clave invisible, pero decisiva: la envergadura de la obra colisiona con los escasos huecos que dejan las competiciones deportivas. Por ello los concursantes han optimizado los procesos constructivos, también el programa de fases. Se trata de llevar a cabo el grueso de la obra en cuatro o cinco veranos, sin olvidar los lapsos entre torneos, y acotando trabajos que puedan avanzar a lo largo de todo el año.
Por último, la clave icónica. Un club de la dimensión global del Barça necesita una imagen potente y característica. Una imagen que le dan ya sus estrellas, y a la que puede contribuir el estadio. Para algunos, ya pasaron los tiempos de las obras espectaculares y las formas extravagantes. Para otros, el componente icónico sigue siendo determinante.
El equipo que ofrezca una mejor respuesta combinada a estas cuatro claves será, en buena lógica, el ganador.
Razones económicas, urbanas, de calendario e icónicas determinarán el vencedor del concurso