Domínguez: “Nunca me dopé”
“No me he dopado nunca. Soy inocente. Esto no ha acabado, queda la vía judicial”, dijo ayer la exatleta Marta Domínguez (40), sancionada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con tres años de suspensión, castigo retroactivo que le ha desposeído del oro en los 3.000 m obstáculos del Mundial de Berlín 2009. “Me he gastado mucho dinero en juicios y me gastaré hasta el último euro que tenga para demostrar mi inocencia”. Así, con esas palabras ofrecidas a Diario Palentino, es como Domínguez quiso desacreditar el valor del pasaporte biológico, el argumento al que se ha aferrado la justicia internacional deportiva para sancionarla. “Sufro hipotiroidismo, y eso explica esas variaciones que se registran en mi pasaporte”, concluyó. La exatleta deslizó la posibilidad de que tras su caso hubiera una mano negra, supuestos “movimientos” de Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), para apearla de la lista electoral de su partido, el PP. “¿Por qué tardas cinco meses y medio para hacer pública una resolución? –se preguntó Domínguez–. Estaba todo dirigido para que me quitaran de las listas”. Pese a su aferrada lucha en defensa de su inocencia, las puertas se le van cerrando a la palentina. El titular del juzgado de primera instancia 7 de Palencia ha desestimado en estos días la demanda que había propuesto Domínguez contra la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) por la supuesta vulneración de su derecho a la intimidad y a la protección de datos. Castigada hace diez días, Domínguez reaparecía esta semana en la escuela de atletismo de Venta de Baños (Palencia) en la que había estado trabajando en los últimos años para anunciar a sus pupilos que dejará de entrenarlos. La atleta dijo que el Ayuntamiento le ofrecía un sueldo de 200 euros mensuales, “una cantidad que no me sirve porque de algo tengo que vivir”, dijo. La alcaldesa de la localidad de Venta de Baños, Rosa Juanes, ofreció una versión contradictoria: dijo que Domínguez había pedido un sueldo de 1.400 euros, “un caché que nuestro Ayuntamiento no se puede permitir”. / Redacción