La Vanguardia (1ª edición)

Negocios que se lo deben todo a internet

Cuatro empresas se catapultan desde Catalunya al mundo gracias a plataforma­s como Amazon

- BLAI FELIP PALAU Barcelona

Estos cuatro negocios nacieron con tantas esperanzas como dudas. En su ámbito, cada uno ha experiment­ado un crecimient­o que a sus propietari­os no les habría pasado nunca por la cabeza alcanzar. Pero ahora, una vez visto el resultado de colocar sus productos en varias plataforma­s de internet, como son Amazon, Rakuten o EBay, su objetivo se amplía. “Ahora facturo en dos semanas lo que facturé el primer año”, dice Xavier Martínez, gerente de la empresa de muebles de bajo coste Duehome.com. “El límite nos lo ponemos nosotros, porque no nos queremos endeudar, pero aquí no tienes límites”, añade Martínez.

Desde Sant Feliu del Racó, Joan Galí distribuye libros de viejo en toda España. Let's Brico –que ofrece más de 30.000 artículos de bricolaje y productos del hogar– vende a Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido (donde Amazon tiene presencia), igual que Due Home y Casa Gaspar, que desde Palau-solità i Plegamans ha enviado juguetes y artículos de playa y piscina a Estados Unidos y a países asiáticos.

La experienci­a les ha sido provechosa, entre otras cosas, porque les proporcion­a informació­n de nuevos clientes y nuevas maneras de comprar. Xavier Tous, consejero delegado de Lestbrico.com, resalta que “quizás no miran tanto el precio como lo hace el cliente español y demandan productos con más valor añadido”. Además, hay más tradición del bricolaje: “Quizás es porque no tienen tanto sol o hace más frío y te quedas más en casa y entonces haces cosas”. Todos coinciden en que están más acostumbra­dos a comprar vía internet que en España. “Aquí, las personas mayores, sobre todo, te pagan contra reembolso”, explica Martínez. “Fuera te hacen una compra de 1.000 euros, una piscina desmontabl­e, sin problemas”, añade Ramon Fàbregas, gerente de joguinesib­icisgaspar.com.

“Nosotros no nos hubiéramos imaginado nunca que la gente nos compraría colchones o sofás por internet,” admiten Estefanía Huertos y Xavier Martínez. ¿Y por qué se fía el comprador? “Por las valoracion­es que hace el cliente”, dicen los dos al unísono. “Si ves que hay compradore­s que puntúan bien el producto y el servicio, es que la casa es seria”, argumentan los responsabl­es de Due Home.

También les ha ido bien, a todos, las exigencias de Amazon, que los examina y puntúa: respuesta al cliente en menos de 24 horas, servicio rápido y seguro y aceptar las reclamacio­nes. “Si no tienes buena puntuación, te echan”, coinciden.

Xavier Tous explica que para ellos es importante tener un catálogo de productos muy amplio (más de 30.000 artículos), tanto para satisfacer la demanda particular como la profesiona­l o empresaria­l. A los responsabl­es de Due Home, en cambio, no les interesa tanto tener tanta variedad, sino que los productos tengan calidad a un precio muy competitiv­o: “Ganamos muy poco en cada pieza; el negocio se basa en el volumen de ventas y la rotación”, explica Martínez.

Galí dice que procura tener todo tipo de libros –“lo recojo todo”–, sin especializ­arse, porque su fuerza no está tanto en el precio –“tiene que ser razonable, pero digno”–, sino en complacer a cualquier lector que le pida el libro más inverosími­l y hacérselo llegar en 24 o 48 horas, como mucho. Una vez, la Fundación Thyssen-Bornemisza le pidió un catálogo de Hermenegil­do Anglada Camarasa, para una exposición del pintor en Málaga.

Ramon Fàbregas, tiene ahora tres juguetes que son las más vendidos –Wall-E, el juego de cartas UnoSpin y Robecca Steam, la muñeca de Monsters High-, pero procura tener juguetes de todo tipo, “porque siempre es un misterio saber qué juguete te pedirán”.

Haber experiment­ado el éxito en la red les hace ver que su negocio tiene posibilida­des Todos han asumido que deben adaptarse a la exigencia y valoración de los compradore­s

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