Última oportunidad
Valencia activa un plan de choque para salvar el poco litoral no urbanizado
Hemos hecho un daño terrible a nuestra costa”. Lo dice, apenado, un técnico de la consellería valenciana de Infraestructuras, Territorio y Vivienda mientras señala con el dedo, gracias a Google Earth, la situación del litoral valenciano. “En muchos casos hemos llegado tarde, en otros aún tenemos una oportunidad”, añade. Lo cierto es que la visión desde el satélite de la costa valenciana genera tristeza. El boom inmobiliario, y los 20 años del PP y de su política de carta blanca a los constructores, han convertido casi todo el litoral valenciano en un muro de cemento. Pero la crisis, el parón del ladrillo y el cambio político en la Comunidad Valenciana han abierto una oportunidad para salvar y proteger lo que aún no ha sido arrasado e, incluso, recuperar espacios sobre los que se habían planificado nuevas edificaciones.
Eso es lo que se ha propuesto la consellera de Infraestructuras y Territorio, María José Salvador, con el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel). El plan, de entrada, establece una moratoria de un año en la aprobación de aquellos programas urbanísticos que afecten a la franja litoral de 500 metros. Es decir, se paralizan de inmediato todos los tristemente famosos Planes de Acción Integral, PAI, en la Comunidad Valenciana. Y se ha iniciado el estudio de la situación de todo el litoral para concluir, en primer lugar, qué suelo está protegido, qué suelo se puede proteger y qué suelo sobre los que hay previstos PAI se puede recuperar para proteger. “En total, creemos que podemos salvar y proteger alrededor entre el 11% y el 12% del litoral”, señala este técnico. Unas 4.300 hectáreas, “lo que sería todo un éxito”. “Donde ya se ha construido nada podemos hacer ya”, concluye.
En los últimos 20 años, la tasa de urbanización en los primeros 10 kilómetros de costa ha sido 3,5 veces superior al crecimiento de la población. De haberse seguido con este ritmo, los expertos creen que en 10 años todo el litoral valenciano hubiera sido ocupado por el cemento, a excepción de los humedales y de algunas pequeñas zonas protegidas. El PP otorgó plenos poderes a la figura del Agente Urbanizador de la Ley Reguladora de la Actividad Urba- nística de 1994. De tal manera, que se posibilitaba con los PAI el milagro económico de convertir suelo no urbanizable en urbanizable por simple acuerdo de los municipios bajo las propuestas de los constructores. Posteriormente, en el 2005, se aprobó la Ley Urbanística Valenciana, que sustituía a la anterior y que seguía observando el territorio como un espacio para desarrollar grandes actuaciones inmobiliarias.
El plan de choque de la Generalitat Valenciana, ahora gobernada por el PSPV-PSOE y por Compromís, pretende ser, según Salvador, “un punto de inflexión”. “Para salvar lo que todavía es salvable en esta espacio tan sensible, se requieren mecanismos e instrumentos de ordenación del territorio de intervención rápida, con una voluntad política clara”, añade la consellera. La situación en la que se encuentra en estos momentos la Comunitat es la de una franja litoral con más de un 50% de suelo urbano y urbaniza-