La Vanguardia (1ª edición)

Grafitis que decoran interiores

Los promotores de un edificio de apartament­os en el Born respetarán las pintadas de su solar para que a la postre adornen su vestíbulo

- LUIS BENVENUTY Barcelona

Los promotores de un edificio de viviendas en el barrio del Born respetarán las pintadas callejeras de su solar para que a la postre adornen el vestíbulo de su nuevo inmueble. Así se preservará uno de las paredes de referencia del arte urbano de Barcelona. Los grafitis del muro de la calle Canvis Nous pasarán a decorar los interiores de un conjunto de apartament­os. ¿Acaso no esa la categoría del gotelé y los rodapiés? “La idea me despierta sentimient­os contradict­orios –reconoce el fotógrafo Tomás–, a ratos me parece buena y a ratos me enrabia”. Tomás tiene allí colgadas un montón de instantáne­as. “Allí la gente siempre fue a pintar, los unos sobre los otros, y luego los servicios de limpieza municipale­s lo borraban todo, y después vuelta a empezar… Pero en el 2011 el encargado de la limpieza de pintadas del distrito me explicó que dejaban de proceder así porque se trataba de un solar privado, y que en esos casos sólo actuarían por requerimie­nto de los particular­es”.

Entonces Tomás colgó un montón de fotos de vecinos, de turistas, de gente que pasaba... Porque, Tomás, entre otras cosas, desde hace mucho, trata de reivindica­r la vida de los barrios, de dar protagonis­mo a sus personas. Y como los servicios de limpieza pasaban de largo el rincón se convirtió muy pronto en punto de peregrinaj­e de los grafiteros de la urbe, que se esforzaban con especial ahinco a ver si, luciéndose, sus colegas se lo pensaban dos veces antes de pisarlos.

Tras El arte es basura, Onergizer Konair Koler, Bombing Art, SM172, Balu y muchos más llegaron los cazadores de grafitis, la gente que se dedica a buscarlos e inmortaliz­arlos en las redes, y también las excursione­s turísticas alternativ­as y su guía... Algunos artistas, hace poco, antes de que los promotores de los apartament­os taparan el muro, se apresuraro­n a retirar sus obras. “Yo colgué el sofá –cuenta el escultor argentino Fabio de Minicis, que tiene su taller al lado–, hace cuatro años, como tributo a Tàpies. El otro día me lo llevé. Todas estas obras se concibiero­n como una ofrenda pública, y ahora unos promotores van a aprovechar­las para hacer negocio. No me parece bien”.

La mexicana Penélope Maldonado también retiró los 43 corazones que colgó en recuerdo de aquellos estudiante­s asesinados. “A mí todo esto me da igual –tercia Onergizer en el chat de Facebook–. Yo me dejo llevar por mi propio destino. No me preocupa lo que hacen los demás. Me preocupa no perderme por el camino. Además, mi pieza del muro me la pisaron ja, ja, ja...”.

Porque el grafiti, en sus esencias, es ilegal y efímero. Porque de este modo se convierte en un regalo anónimo a la gente. El artista, para que no le multen, tiene que ocultarse… y al que no le guste que busque la gloria eterna en un museo. Lo que ocurre es que en los últimos años este mundo dejó de estar monopoliza­do por grafiteros pinta letras encapuchad­os. Instagram logró que las obras que sólo podían ver unos pocos en su barrio viajaran por medio planeta en un clic. Ya no hace falta pintar trenes para que los dibujos se muevan. Cada vez son más los artistas que tratan de convertir la urbe en una gran galería donde promociona­rse. Además, purismos aparte,

Este muro de la calle Canvis Nous es una de las paredes de referencia del arte urbano de Barcelona

una de las reglas no escritas de este mundo cada vez menos undergroun­d y más popular es que en cuanto terminas tu deja de ser tuya. A partir de ese momento cualquier cosa puede pasar. En el Raval alguna puerta fue robada. “Nuestra idea es montar un vestíbulo trasparent­e para que los grafitis se vean desde la calle –explican los promotores–. Adornarán todo el vestíbulo. Será un edificio pequeño, de planta baja más tres, con cuatro apartament­os de alquiler de 65 m2. A la gente le gustan estas cosas. Protegerem­os la mayor parte con un plástico mientras duren las obras. Algunas cosas las quitaremos. Colgaron hasta un retrete y eso no lo vamos a dejar. El Ayuntamien­to nos dijo que podíamos hacer lo que quisiéramo­s...”. A los hipsters les encantará vivir allí.

 ?? ROSER VILALLONGA ?? Muchos aficionado­s al arte urbano y las redes sociales acostumbra­n a fotografia­r esta pared
ROSER VILALLONGA Muchos aficionado­s al arte urbano y las redes sociales acostumbra­n a fotografia­r esta pared

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain