Inolvidable Noriko
SETSUKO HARA (1920-2015) Actriz japonesa
En el cine de Yasujiro Ozu no hay lugar para la desmesura. Es la vida misma, en su lento transcurrir, la que vuelve a pasar ante nuestros ojos. Antonio Santos, en su estudio sobre el maestro japonés (Cátedra, 2005), se refiere al dolor que provoca; el mismo que sus personajes asumen “con serenidad”. Esta cotidianidad, entre melancólica y resignada de Ozu, tuvo en Setsuko Hara (su verdadero nombre era Masae Aida) una aliada fiel y muy eficaz.
A esta actriz nacida en Yokohama el 17 de junio de 1920 se le recordará fundamentalmente por su participación en seis de las películas que escribió y dirigió el genial director. Entre ellas destacan las que componen la Trilogía de Noriko, llamada así por el personaje que encarnó esta mujer de sempiterno rostro amable. A través de Noriko, Yasujiro Ozu pone de relieve valores tradicionales del país nipón como la entrega y el respeto a los demás frente a la progresiva influencia del individualismo occidental.
El cine de Ozu supone un buen ejemplo del ajustado y a menudo difícil engarce entre vanguardia y tradición. Precisamente, en Primavera tardía (1949) Hara interpreta a una veinteañera que no tiene prisa por casarse: le preocupa dejar solo a su padre, un profesor universitario al que da vida Chishu Ryu, gran amigo de Ozu y habitual en sus películas. En cambio, la Noriko de Principios del verano (1951) es una mujer que acaba casándose con el hombre que ella escoge. Cierra la trilogía un clásico del séptimo arte: Cuentos de Tokio (1953), donde Noriko interpreta esta vez a una joven viuda que cuida de sus suegros con abnegación y respeto.
Yasujiro Ozu no fue, ni mucho menos, el único director con el que colabora, aunque sí el más importante. En la época a la que nos referíamos, Setsuko Hara trabaja en paralelo con otro director esencial del cine japonés: Akira Kurosawa. Rodará a sus órdenes No añoro mi juventud (1946) y la adaptación en 1951 de El idiota, la novela de Fiódor Dostoyevski, en la que comparte protagonismo con el actor Masayuki Mori. Una película, esta última, de la que Ozu no tenía muy buena opinión, tal y como podemos leer en la antología de sus diarios (Filmoteca GV, 2000).
Siguiendo la estela de las adaptaciones cinematográficas, encontramos a Setsuko Hara en dos films de Mikio Naruse que recrean sendas novelas de autores contemporáneos: El rumor de la montaña (1950), del gran escritor japonés del siglo XX, Yasunari Kawabata, y El almuerzo (1951), de Fumiko Hayashi.
La actriz gozaba de una gran popularidad cuando, en 1963, decide retirarse. Casualidad o no, ese mismo año muere Yasujiro Ozu. Desde entonces, Setsuko Hara desaparece de la vida social. Su negativa a conceder entrevistas y dejarse ver disparará las habladurías y el cotilleo, no sólo en la prensa amarilla. Pero noticias, información sobre el personaje, ya no habrá nunca más. De hecho, publicaciones como All About Setsuko Hara, título imposible del libro editado en el 2012 por la editorial Shinchosha, se basan en materiales reciclados y de muy diversa procedencia. La manida comparación con Greta Garbo, otra actriz retirada tempranamente, no se hizo esperar. Los supuestos romances con unos y otros, tampoco.
Hasta la misma noticia de su muerte, acaecida el pasado 5 de septiembre a causa de una neumonía, ha trascendido aunque más tarde. Muy a pesar –podemos suponer– de la sutil y discreta Setsuko Hara, trasunto ya para siempre de la inolvidable Noriko.