Mas avisa a la CUP que puede provocar que el proceso descarrile
El candidato dice que los antisistema no tienen fuerza para cambiar a un president
No habrá más movimientos para seducir a la CUP, no habrá más propuestas, y mucho menos otro candidato que no sea Artur Mas. Así lo afirmó el propio Mas en una entrevista en Catalunya Ràdio en la que manifestó que los diez diputados de antisistema permiten forzar unas nuevas elecciones en marzo, pero que no “tienen tanta fuerza como para cambiar a un presidente de la Generalitat”. Mas declaró que, en este sentido, ahora la responsabilidad es sólo de la CUP: y ya no sólo de que se forme o no un gobierno la semana que viene en Catalunya; sino de que se produzca, si no lo invisten, un “descarrilamiento” del proceso independentista.
“Si las grandes decisiones las toma la sólo la CUP, ¿cuánta gente baja del tren del proceso?”, se preguntó el candidato de Junts pel Sí que reconoció que la actual situación es “completamente absurda” y se mostró sorprendido ante los resultados de la asamblea de los antisistema del domingo, en la que los partidarios de hacerlo presidente, y los que no, empataron a 1.515 votos. Mas añadió que los antisistema han de entender que “para proteger este proceso” y “evitar el descarrilamiento” deben utilizar su fuerza “con mesura”. En este sentido, aseguró que él mismo como presidenciable “no es un obstáculo, ni un problema” sino que “el problema es cómo protegemos y garantizamos mejor el proceso soberanista catalán”. Mas aseguró que “aquí no sobra nadie” y que “un proceso así no se puede construir vetando” ni a personas, ni a partidos en referencia a que, ante otro candidato, la CUP podría haber sido menos reticente al pacto.
Ese mismo mensaje lo repitió, horas más tarde, la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu. “Todavía estamos esperando el desempate”, apuntó Munté en referencia a la asamblea de la CUP del domingo, a la vez que defendió un posible gobierno con los antisistema después de que Mariano Rajoy calificara, también ayer, de “espectáculo lamentable” la situación política de Catalunya y advirtiera que cualquier gobierno autonómico apoyado por la CUP será un “desastre”. Munté declaró que “de ninguna manera se puede considerar un desastre un gobierno elegido democráticamente” y cargó contra el presidente en funciones del Gobierno central por no querer reunirse con representantes de Democràcia i Llibertat. A juicio de la vicepresidenta, “una muestra más de su falta de sentido democrático”.
Munté aseguró que, a pesar de que ya han pasado más de tres meses desde que se celebraron las elecciones autonómicas, “el gobierno sigue trabajando y defendiendo los intereses de Catalunya”. Por eso, explicó que más que lanzar un mensaje de tranquilidad para cerrar el año –ayer fue el último Consell Executiu del 2015– quiso lanzar un mensaje de “esperanza” a la espera de que, finalmente, Catalunya pueda tener un presidente la semana que viene. “Pero no hay otro movimiento que hacer que no sea que esperar que la CUP dé una respuesta”, sentenció la vicepresidenta.
Neus Munté insiste en que no habrá nuevas propuestas y que ahora sólo cabe esperar “e l desempate”