Cómo arruinarse la Nochevieja
Mañana es Nochevieja, la noche más vintage del año. Todo lo que no puede ser original es vintage . Hoy, el poeta escribiría “nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir vintage ”ynose fumaría un habano porque hay mucha nuera antitabaquista que pone a los niños como escudos humanos y gusta de dar la nota en Nochevieja. ¡Qué noche tan especial! Hay dos tipos de personas: las que dicen que se divierten en Nochevieja y las que se deprimen en Nochevieja.
Yo, como todo noctámbulo, me inmolo cada Nochevieja y cedo mis calles, mis bares, mis restaurantes y mis amantes a quienes no teniendo el privilegio de ser noctámbulos salen con el afán de divertirse a lo grande.
¿Y cómo nos paga este sacrificio la sociedad? Peor que los cupaires al destroyer : los mismos que salen mañana a disfrutar de la noche se quedan en casa el resto del año. Si estos ciudadanos se lo pasaran tan bien en Nochevieja, ¿acaso serían tan tontos de no salir los martes por la noche de febrero?
El lector o la lectora se dirán que les quiero amargar la Nochevieja. ¡Dios me libre! Siendo de naturaleza perezosa, ¿para qué voy a molestarme en arruinarles la Nochevieja si la Nochevieja siempre se la arruina uno o te la arruinan otros?
Hay muchas formas de arruinarse la Nochevieja. Por ejemplo, si usted es un padre de familia que se las da de moderno y ve salir a su hija con una minifalda de vértigo tiene la opción vintage de comentar a su esposa: –¿Has visto la falda que lleva? –¡Qué machista eres! ¡Es joven y tiene que divertirse!
Otra posibilidad es salir a cenar a un restaurante y comentar, entre plato y plato recalentado:
–Con lo que cuesta esto podríamos habernos quedado en casa y cenar percebes, que no dan trabajo.
–¡Qué pesadito eres con los percebes! Bicho más tonto...
Una opción económica y sencilla de arruinarse la Nochevieja es no detectando nada distinto en su pareja. –Ni te has dado cuenta... –¿De qué? –Me he cambiado el peinado, hoy que la peluquería estaba imposible. Estreno medias de las que te ponían cachondo. Llevo lentillas fucsias. El bolso es nuevo... –Ya notaba algo raro... La Nochevieja es una sucesión de trampas, tests de esfuerzo, dispendios y simulaciones cuyo objetivo ulterior es empezar el año con un polvo al que se llega, a menudo, algo bebidos, condición que disculpa la tendencia de muchas parejas a experimentar en tan señalada noche.
–Mira que gel tan divertido he comprado en el súper...
Y si estas y otras circunstancias no le han arruinado la Nochevieja, siempre aparece en la unidad familiar una voz amiga que berrea:
–¡Año nuevo, vida nueva!
Una opción económica de arruinarse la Nochevieja es no detectando nada distinto en su pareja