El ego perdió al Chapo
El prófugo narcotraficante fue localizado tras contactar con productores y actores para rodar una película biográfica
El ego perdió al Chapo Guzmán. El jefe del poderoso cártel de Sinaloa humilló a las autoridades mexicanas cuando hace seis meses logró fugarse por segunda vez de una cárcel de alta seguridad, a través de un hoyo en la ducha de su celda que daba a un túnel de 1.500 metros de largo. Tenía medios para desaparecer sin dejar rastro, pero creyó que su historia era digna de Hollywood.
Uno de los elementos que permitieron dar con el paradero del narco más buscado fue descubrir que había comenzado a contactar con productores y actores para rodar una película autobiográfi- ca. Así lo aseguró la fiscal general de México, Arely Gómez, en una rueda de prensa ofrecida diez horas después de que el presidente Enrique Peña Nieto anunciara la captura de Joaquín el Chapo Guzmán este viernes en Los Mochis, Sinaloa. Según indicó, incluso se documentaron encuentros entre los abogados del narco y personas involucradas en el proyecto cinematográfico.
Tras seguir su pista, el narco fue localizado en Pueblo Nuevo, en el estado norteño de Durango, donde en octubre fue avistado desde un helicóptero. Sin embargo, logró huir por una cañada. No fue abatido porque iba acompañado de dos mujeres y una niña.
El seguimiento del círculo cercano del narco permitió identificar a un individuo especializado en la construcción de túneles, que estaba acondicionando varias viviendas en Sinaloa y Sonora. Así se pudo ubicar un domicilio en Los Mochis, sobre el que se montó un operativo de vigilancia durante un mes. A partir del 6 de enero se observaron movimientos inusuales. La madrugada del 7 vieron llegar un vehículo. Según la fiscal, los trabajos de campo e inteligencia dieron la certeza de que Guzmán se encontraba allí.
La madrugada del viernes se puso en marcha el operativo de las fuerzas federales. Al llegar al domicilio fueron atacadas con armas de grueso calibre. En el intercambio de tiros, un marino resultó herido y cinco agresores murieron. Seis personas fueron detenidas, pero el Chapo logró escapar por una alcantarilla junto a su jefe de seguridad y mano derecha, Jorge Iván Gastelum Ávila, conocido como el Cholo Iván.
Personal de la Marina persiguió por los túneles a los criminales, que abrieron una alcantarilla para salir a una avenida y huir en vehículos. Gracias a la alerta por robos de automóviles, los localizaron en la carretera Los MochisNavojoa, donde fueron detenidos. “¡Pinches federales, ya nos gancharon (atraparon)!”, dijo el narco, cuenta el diario El Milenio.
Luego los llevaron a un motel cercano a la espera de refuerzos, de ahí que al principio se manejara la versión de que habían sido capturados allí. Poco después, los detenidos fueron trasladados a la terminal aérea de Los Mochis y de allí al aeropuerto de la capital.
El Chapo ingresó ayer en el pe- nal del Altiplano, el mismo del que escapó el 11 de julio del 2015. El Gobierno se enfrenta ahora a una difícil decisión: si lo extradita o lo mantiene en el país.
Su arresto en febrero del 2014 fue celebrado como un logro his- tórico por el Gobierno de Peña Nieto, porque había estado prófugo desde el 2001, cuando escapó de la cárcel de Puente Grande metido en un cesto de ropa sucia. Peña Nieto rechazó entonces su extradición, prometiendo que se- ría juzgado y encarcelado en México. Su espectacular segunda evasión fue un revés. El capo tuvo cómplices en la cárcel, dejando en evidencia la vulnerabilidad del sistema penitenciario mexicano frente al narcotráfico, capaz de corromper a gran escala.
El capo fue avistado desde un helicóptero en octubre, pero escapó por una cañada y no pudo ser abatido En EE.UU. ya hay voces que exigen su extradición después de dos bochornosas fugas en el 2001 y el 2014
Sobre el Chapo Guzmán pesan varios cargos por narcotráfico y lavado de dinero en seis tribunales de Estados Unidos, cuyas autoridades han presentado dos solicitudes de extradición, una en junio, 15 días antes de la fuga del capo, y otra en septiembre.
El Ministerio de Asuntos Exteriores mexicano tendrá la decisión final y en cualquier caso el proceso puede ser largo, porque los abogados del narco podrían retrasar el procedimiento con el argumento de que Guzmán se arriesga a la pena de muerte en Estados Unidos.
Varios políticos estadounidenses pidieron ayer al presidente Obama que reclame la extradición. “Dado que ya se ha fugado dos veces de una cárcel mexicana, esta tercera oportunidad de llevarlo ante la justicia no puede ser desaprovechada”, declaró Marco Rubio, senador y aspirante republicano a la Casa Blanca.