Nos encantan las bolitas de colores
Candy Crush se mantiene como uno de los juegos de móviles más seguidos
La atracción humana por estímulos vistosos que recuerdan a frutos maduros explica el éxito del juego Más de 500 millones de personas en el mundo son usuarios activos en el mundo del producto de la compañía King
Haga esta prueba cuando suba a un transporte público como metro, tren o autobús: mire a su alrededor. Entre las personas que verá con la atención fija en sus móviles, habrá algunas que responden o leen mensajes de Whats- App. Entre las que simplemente juegan, habrá alguna cerca echando una partidita de Candy Crush. Lo distinguirá por las bolitas de colores que se rompen en estallidos cuando son combinadas. Cuando los primeros conquistadores europeos se lanzaron a la invasión del continente que hoy conocemos como América, una de las mercancías que más utilizaron para el intercambio de bienes con los indígenas fueron las cuentas de cristal de colores. Para los visitantes del Viejo Mundo, ese material era una minucia con un coste ínfimo que, sin embargo, tenía un irresistible atractivo para los pobladores de aquellas tierras que, en muchos casos, eran todavía cazadores-recolectores. Como especie, los humanos estamos programados para distinguir las bayas de colores entre diferentes tonalidades de verdes. De ahí vino parte de nuestra capacidad de subsistencia en las primeras etapas de la humanidad. Y a día de hoy nos siguen encantando las bolitas de colores.
El primero de los grandes juegos que triunfaron con la irrupción definitiva de los smartphones fue, sin duda, Angry Birds. Los pájaros enojados de la compañía Rovio aparecieron en el iPhone a finales del 2009 y enseguida se convirtieron en un fenómeno mundial. Artistas y hasta primeros ministros (como el británico David Cameron) reconocían disfrutar con unas partidas en las que unos enojados pajaritos kamikazes se dedicaban a liquidar a unos enojosos cerditos verdes. La expansión de Angry Birds fue imparable. Se extendió a otras plataformas, móviles y de sobremesa, y en el 2012 alcanzó los mil millones de descargas. Hoy, Rovio mantiene en el mercado hasta 15 juegos diferen- tes de Angry Birds, incluida una versión 2, pero las cosas ya no son iguales.
En el 2012, la compañía King sacaba al mercado su Candy Crush, un sencillo juego al tres en raya de pantallas, similar a Bejeweled, en el que el jugador sólo precisa combinar con sus dedos unas bolitas de colores, que en este caso representan caramelos. Los fascinantes caramelos que se rompen tienen un poder que hace que cada mes se sientan atraídos por ellas más de 500 millones de usuarios activos. Sólo un 2,2% de jugadores, unos 7,6 millones, hacen compras dentro de la app, como vidas o ventajas para pasar las pantallas. Pero eso ya es un gran negocio. En noviem- bre pasado, King fue adquirida por el grupo de videojuegos Activision por 5.900 millones de dólares.
Después de Candy Crush, King que tiene una sede de desarrollo de juegos en Barcelona, ha creado muchos más, pero no deja de potenciar su mejor baza. El juego, a partir del nivel 50, ofrece un universo paralelo con algún cambio en la dinámica. El número de niveles sigue creciendo (ya va por más de 800). Candy Crush ha activado algunos juegos paralelos como Candy Crush Soda y Candy Crush Jelly, con mecánicas similares y algunas variantes. Representan la franquicia más exitosa del grupo.
Las bolitas de colores tienen tanto éxito que incluso Rovio ha creado un juego, AB Pop!, en el que el objetivo de los pájaros que se lanzan a destruir cerdos pasa por suprimir... bolitas de colores. El reinado de los juegos para móviles se reparte hoy entre unos juegos que pueden ser considerados clásicos porque llevan tiempo asentados, como el juego social de estrategia Clash of clans, que tiene un fuerte componente social, Minecraft, Candy Crush y las novedades del momento. Estas últimas semanas triunfa una versión del juego de habilidad basado en la púdica Piano Tiles 2. Si se busca en el listado de ganancias de la semana, en España domina Clash of Clans, Game of War-Fire Age (parecido al anterior), y Candy Crush. Al menos estos caramelos no engordan.