Estoy dividido
LOZANO. “Los catalanes se dividirán”, predijo alguien en Madrid. Lo recordaban este jueves en 8 al dia (8tv) Cuní y Rahola, mi matrimonio televisivo favorito. ¿Ha faltado formación del espíritu nacional en Catalunya? Quizá, afortunadamente: los catalanes siempre hemos sido muy de lo nuestro de cada uno. Nos hemos dividido los catalanes entre unionistas y soberanistas. Nos hemos dividido los unionistas entre clásicos y nuevos. Nos hemos dividido los soberanistas entre referendistas e independentistas. Nos hemos dividido los independentistas entre procesistas y revolucionarios. Nos hemos dividido los procesistas entre junqueristas y maístas. Nos hemos dividido los revolucionarios entre investiduristas y irreductibles. Y se partió el PSC, y se partió CiU, y se partió Unió, y se partió la CUP, y yo mismo no sé si prefiero que Carlos Lozano se enrolle con Rosa Benito o con la sobrina de Cela en Gran Hermano VIP. Me reúno en asamblea conmigo mismo, y si me parto en dos, me convoco a elecciones y voto. Y a vivir.
BORGES. Hablando de predicciones: entre la de Francesc Pujols (“Algún día los catalanes lo tendremos todo pagado”) y la de Jorge Luis Borges (“algún día mereceremos no tener gobiernos”), estamos más cerca de la segunda. ¡Don Jorge Luis, lo hemos mejorado: votamos con entusiasmo para no tener gobiernos! ¿Qué le parece, maestro? ¡Somos el futuro! Bueno.., a la hora de cierre de esta columna me dicen que parece que el hito no será posible.
CHIQUI. La acondroplásica Chiqui está muy embarazada y parirá ante las cámaras de Sálvame, según se comprometió anteanoche en Deluxe (Telecinco). Al bebé nadie le pregunta, lo que no es normal, porque a mí tampoco me preguntaron sobre esas fotos mías en el álbum de mi madre.
POCOYÓ. Las cabalgatas de Reyes televisadas siempre han sido desasosegantes: el Nuevo Testamento informa de que fueron tres Reyes Magos con oro, incienso y mirra, pero la pantalla los reproduce hasta un montón de múltiples de tres y cargados de caramelos. Ya puestos, vestirlos de rúa de Carnaval ayuda a visualizar la impostura, entre plumas, espadas láser, Pocoyós y Bob Esponjas. Decidles a vuestros niños que entre ese aluvión de disfraces del orgullo municipalista se camuflan los tres únicos reyes verdaderos, que luego se escabullen para repartir los regalos mientras los demás se van a bailar rumbas.
NICOLÁS. El pequeño Nicolás dijo que quería reventar el Senado, pero entre tanto se ha metido en Gran Hermano VIP. “Seguro que en la Moncloa están mirándome, a ver qué cuento...”, ha declarado. Por eso España no tiene gobierno: en la Moncloa están ocupados mirando GH Vip y no urden pactos. Entre tanto, un sindicato policial demanda al defensor en plató del pequeño Nicolás (ahora Fran), por tratarse de un policía de baja, imputado por cohecho, revelación de secretos, malversación de caudales y robo de material policial. No tendrá futuro esta denuncia por incompatibilidad laboral, puesto que estamos en un país de trileros en el que acaba de recoger su acta de congresista un político del PP acusado de comisionista por tráfico de influencias... Olvidad toda esperanza, pequeño Nicolás y amigo policía: nada que contáseis podría sacudir este divertidísimo país.
“Algún día –dijo mi venerado Borges– mereceremos no tener gobiernos”... Maestro, ¡casi lo conseguimos!