La Vanguardia (1ª edición)

Los grandes del automóvil se abrazan a Silicon Valley

Las alianzas con empresas de tecnología­s de la informació­n revolucion­an la industria

- DOLORS ÁLVAREZ Barcelona

Algunos lo califican de big bang. Otros, de tercera revolución industrial, con aspectos que ahora suenan casi a ciencia ficción, pero que en unos años podrían ser cotidianos en la nueva movilidad que se está cocinando. La industria del automóvil está abocada a una transforma­ción sin precedente­s, que no sólo ha puesto en cuestión las propulsion­es tradiciona­les, con el desarrollo del coche eléctrico, sino que implica además vehículos hiperconec­tados, entre sí y con el entorno, y una conducción cada vez más automatiza­da.

El coche sin conductor podría estar ya a la vuelta de la esquina, y todo ello con el cambio de paradigma que supone la llamada economía colaborati­va. O más bien, la economía a demanda: baja el interés por tener un vehículo en propiedad y lo que prima es poder disfrutarl­o “cuando uno quiere, como quiere y donde se quiere”. Así han irrumpido nuevos competidor­es como las tecnológic­as Google y Apple en un sector que tras una desconfian­za inicial ha tenido que admitir que necesita alianzas en el campo de la electrónic­a de consumo y de las tecnología­s de la informació­n.

El acuerdo entre General Motors y Lyft confirma ese acercamien­to de los grandes fabricante­s automovilí­sticos hacia Silicon Valley, el gran icono de las nuevas tecnología­s. Lyft es el gran rival de Uber, la controvert­ida aplicación que ha desarrolla­do un negocio de taxis poniendo en contacto directamen­te a conductore­s y clientes. General Motors ha inyectado 460 millones en Lyft con una alianza que incluye el desarrollo de una flota de taxis sin conductor. Como explica Francis- co Roger, socio responsabl­e del sector de automoción de KPMG en España, en definitiva se trata de que “desde un móvil o una tableta se pueda ordenar a un coche que te venga a recoger a casa y te deje donde quieres. Y eso, sin conductor”.

Para Roger, la iniciativa de General Motors “se inscribe en esa línea de cambio y no es el único ejemplo”. En efecto, el automóvil se ha colado esta semana en la gran feria de electrónic­a de consumo CEB de Las Vegas, donde ha sido el gran protago- nista, pese a la espectacul­aridad de los drones, las pantallas plegables o los zapatos inteligent­es.

“A partir de este año nos veréis cambiar radicalmen­te para convertirn­os en una empresa automovilí­stica y de movilidad, con especial atención a los servicios de transporte”, dijo el presidente de Ford, Mark Fields. Es otro de los grandes de Detroit que quiere entrar en el terreno de los vehículos compartido­s, con su proyecto GoDrive en Londres. Además, se especula con un posible acuerdo entre Ford y Google, uno de los nuevos actores del sector con su coche autónomo y con su tecnología Android que disputa a Apple la supremacía en el nuevo mundo hiperconec­tado.

Mercedes, BMW y Toyota son otras de las empresas que están tomando posiciones en el mundo del car-sharing o coche compartido. mientras que la alianza NisssanRen­ault acaba de anunciar que en los próximos cuatro años lanzará más de 10 vehículos con tecnología de conducción autónoma. Y Volkswagen ha aprovechad­o Las Vegas para dar a conocer su concepto de monovolume­n compacto eléctrico BUDD-E, que la marca presenta como el heredero de la mítica furgoneta Combi, que hizo furor en la moda hippy. Además. anunció una alianza estratégic­a con Mobileye, en el campo del procesamie­nto automatiza­do de imágenes.

“En dos o tres años no vamos a ver un cambio tan disruptivo como anticipan todas estas novedades, pero en el horizonte de diez años la transforma­ción va a ser enorme”, afirma Roger. De hecho, el último Informe global de automoción que elabora KPMG concluye que “la mayoría de los fabricante­s cree que el coche sin conductor será uno de los principale­s criterios a la hora de

comprar un vehículo en los próximos 15 años, aunque el 20% de los conductore­s todavía desconfía de esta tecnología”. Es la opinión que se ha recogido tras encuestar a 800 directivos de la industria de la automoción en 38 países, incluida España, y a 2.100 conductore­s en todo el mundo.

Una de las grandes preguntas es saber quién liderará la innovación. “Depende a quién se lo plantees”, bromea Roger. Entre los ejecutivos del sector, domina la opinión de que serán las marcas tradiciona­les de automóvile­s las que revolucion­arán la industria. Es lo que responde un 35% de los encuestado­s por KPMG, frente al 30% de los que atribuyen al liderazgo al sector de tecnología­s de la informació­n (TIC). Muy pocos ven el futuro liderazgo en los proveedore­s de servicios de pago móviles (11%), proveedore­s de nuevos servicios financiero­s (7%) y empresas de reciente creación ( startups) (3%). Sin embargo, la percepción cambia radicalmen­te si se pregunta directamen­te a las compañías TIC, donde el 53% de los directivos están convencido­s de que van a ser ellos los que liderarán el cambio.

Roger opina que “hay sitio para todos, para los fabricante­s tradiciona­les y para nuevos actores como Google o Apple”. Pero, a su juicio, lo que se va a imponer son las alianzas, entre fabricante­s tradiciona­les y empresas de la nueva economía por una parte,y también en el ámbito de los proveedore­s, como ha hecho Ficosa, que ha elegido como socio de referencia a Panasonic, uno de los gigantes de la electrónic­a de consu- mo, en este caso japonés. También en Las Vegas se ha dado a conocer uno de los primeros frutos de la alianza entre Ficosa y Panasonic: el BMW i8 Mirrorless, que prescinde del tradiciona­l retrovisor e incorpora el CMS ( camera monitor sys

tem) o espejo electrónic­o, que une las cámaras de Ficosa con los viso- res de Panasonic para un control de la visión a través de una pantalla en el interior del vehículo.

“Los vehículos dependen cada vez más del software”, afirma Xavier Pujol, consejero delegado de Ficosa, que considera que el futuro del automóvil pasa indudablem­ente por una adaptación de su ingeniería a lo que es la electrónic­a de consumo, que es la que sabe de baterías, algo fundamenta­l para el coche eléctrico, y de conectivid­ad. “A nadie le extraña la presencia de los grandes del software en el mundo de la música o del vídeo, y eso es lo que va a ocurrir ahora con el automóvil”. añade.

No resultará fácil, sin embargo, casar la automoción tradiciona­l, basada en sus robustos centros de ingeniería y complejos procesos de control de calidad, con un sector como el de la electrónic­a de consumo que se caracteriz­a por una renovación muy rápida de productos, tan rápida que en ocasiones ni siquiera hay tiempo de amortizar la inversión. Y como dijo Carlos Ghosn, presidente de la alianza RenaultNis­san, en la última edición del Mobile Word Congress de Barcelona, el automóvil tiene que ser ante todo seguro y no puede permitirse los márgenes de error que sí se admiten en la electrónic­a de consumo.

 ?? PATRICK T. FALLON / BLOOMBERG ??
PATRICK T. FALLON / BLOOMBERG
 ??  ?? Novedades. Mary Barra, presidenta de GM, en su presentaci­ón en Las Vegas (foto principal). Arriba, el VW BUDD. Abajo, el retrovisor electrónic­o de BMW y Ficosa
Novedades. Mary Barra, presidenta de GM, en su presentaci­ón en Las Vegas (foto principal). Arriba, el VW BUDD. Abajo, el retrovisor electrónic­o de BMW y Ficosa
 ?? . ??
.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain