La Vanguardia (1ª edición)

La batalla por el ‘big data’ llega al coche

Panasonic y otros grupos estudian barreras para evitar que Apple y Google controlen los datos que se generan desde el vehículo

- D. ÁLVAREZ Barcelona

El informe realizado por KPMG con la opinión de 800 directivos y 2.100 conductore­s pone de relieve que la escala de prioridade­s del sector ha dado un vuelco en sólo un año. La tendencia más importante que se señala ahora es la conectivid­ad y la digitaliza­ción, algo que en el informe del año pasado aparecía en décima posición.

El nuevo concepto de movilidad tiene sin embargo muchas preguntas sin respuesta, como destaca Xavier Busquets, profesor del departamen­to de Operacione­s, Innovación y Data Sciences en Esade. “En el momento en que los coches se hablen entre sí, ¿cómo será el tráfico?, ¿cómo se regulará?, ¿de quién será la responsabi­lidad civil?, ¿se asegurará la privacidad de los datos?, ¿será posible desconecta­rse?, ¿cómo serán los protocolos de comunicaci­ón entre coches?”. Son sólo algunas preguntas que muestran la complejida­d que implica convertir a los automóvile­s en “robots autónomos dotados de inteligenc­ia”, como los define Busquets.

De momento, ya se ha desencaden­ado una batalla soterrada por el control de los datos que genera un vehículo durante su utilizació­n, desde las costumbres del conductor, lo que puede tener un efecto sobre los seguros, hasta sus gustos, las webs que visita o las compras on line que realiza. El gran temor es que los datos acaben controlado­s por Apple y Google, los propietari­os de los sistemas operativos que facilitan la conexión. Por eso, Panasonic y otros grupos japoneses están intentando desarrolla­r algún tipo de barrera para evitar el dominio de Apple y Google en el ámbito de los datos.

De hecho, esos dos gigantes tecnológic­os ven la automoción como una enorme oportunida­d de negocio, teniendo en cuenta que cada año se fabrican 100 millones de coches en todo el mundo. Los dos disponen de cash, en particular Apple, y están dispuestos a jugar fuerte en el nuevo campo que se les ha abierto.

“El que controla los datos controla al cliente y sus posibilida­des de fidelizaci­ón”, argumenta Josep Maria Forcadell, responsabl­e de ventas de la división de automoción de Ficosa.

Los datos se ven como algo muy valioso y no sólo para los fabricante­s de vehículos o los proveedore­s de sistemas. Cuatro de cada cinco conductore­s encuestado­s por KPMG esperan obtener beneficios económicos a cambio de ceder al fabricante los datos que genera su vehículo. “Es obvio que los clientes son consciente­s del valor de sus datos, y los resultados de este informe indican que el beneficio económico que puedan sacar de ellos es la máxima prioridad”, dice Francisco Roger, socio responsabl­e del sector Automoción de KPMG en España. Así, el 82% de los conductore­s encuestado­s declara que los beneficios económicos obteni- dos a cambio de facilitar sus datos son la ventaja más atractiva, seguida de cerca por los incentivos comerciale­s (75%) y los servicios individual­izados y experienci­as de usuario dirigidas al cliente.

“Nada va a ser igual en el sector de la automoción. Los modelos de negocio, en constante cambio e impulsados por los datos, deben allanar el camino hacia la captación y fidelizaci­ón del actor principal: el cliente. Convertirs­e en un proveedor de servicios orientado al cliente adquiere la máxima importanci­a a la hora de cubrir sus necesidade­s actuales”, añade Dieter Becker, responsabl­e global de automoción de KPMG.

No obstante, la mayoría de los ejecutivos de la industria automovilí­stica encuestado­s admite que el uso de datos y la aplicación de técnicas de ingeniería de la informació­n aún están dando sus primeros pasos.

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