Fisuras en la CUP
El pacto de gobierno con Junts pel Sí ha provocado la primera baja dentro de la CUP, el colectivo Corrent Roig.
El apoyo de la CUP a un gobierno de Junts pel Sí causó división y la tensión interna tras la investidura de Carles Puigdemont como president, lejos de superarse, se ha cobrado la primera baja entre los partidos que apoyaron la candidatura de la izquierda alternativa para el 27-S. Corrent Roig rompe con la CUP-Procés Cons- tituent por haber perdido, apunta, su “independencia política”.
La formación tomó la decisión el sábado durante una asamblea plenaria y lo hizo público a través de un comunicado ese mismo día por la noche. Movimiento de carácter trotskista, Corrent Roig, fue una de las formaciones de la candidatura de la CUP que se opuso más activamente a la opción de que Artur Mas repitiera al frente del ejecutivo catalán –junto con Lluita Internacionalista o Alternativa d’Esquerres del Prat– al asegurar que un pacto de este tipo podría provocar, a su juicio, que la CUP dejara de ser una fuerza anticapitalista y rupturista. Ya entonces, a finales del año pasado, dejó claro que no apoyaría, aparte de Mas, a ningún otro candidato de Junts pel Sí.
En el comunicado Corrent Roig califica el acuerdo con el ejecutivo de Puigdemont de “extrema gravedad” dado que este provoca, señala, que la CUP quede supeditada “a un gobierno sumiso a la UE y la Troika y, por tanto, contrario a los intereses del pueblo trabajador”. Una condición que, explica, quedó manifiesta con la aprobación de la prórroga del presupuesto de la Generalitat la semana pasada.
Corrent Roig lamenta que la CUP se haya quedado sólo con las “migajas” y haya renunciado a “cambiarlo todo”.
Por otra parte, la diputada Anna Gabriel ha declarado en una entrevista a la web de este diario que, en las negociaciones de los presupuestos de la Generalitat, pedirán que se incluya el impago de una parte de la deuda de la administración catalana.
La CUP pedirá el impago de una parte de la deuda en la negociación de los presupuestos con JxSí