Casi todos los partidos catalanes, detrás de la pancarta
Representantes de todos los partidos catalanes, excepto del PP y Ciutadans, agarraron ayer con fuerza la pancarta unitaria en contra del plan para la cuenca hidrográfica del Ebro ( L’Ebre sense cabal és la mort del Delta). Nunca antes el movimiento social antitrasvase, liderado desde las Terres de l’Ebre, había conseguido tanto apoyo político. Quedan para el recuerdo la ambigüedad de la antigua Convergència i Unió (CiU) ante el Plan Hidrológico Nacional de Aznar (2001) o los planes del tripartito catalán (PSC, ERC e ICV) para trasvasar agua del Ebro hasta Barcelona para hacer frente a la extrema sequía del 2008. En el nuevo panorama político catalán y español, populares y C’s se han quedado solos a favor de la nueva planificación hidrológica. Josep Rull (CDC) y Oriol Junqueras (ERC) representaron al Gobierno catalán en ausencia del president, Carles Puigdemont. La lista de políticos con ganas de atender a los medios de comunicación, muy larga. También se dejaron ver Assumpta Escarp por parte del PSC; el diputado Xavier Domènech (En Comú Podem); Lluís Rabell (Catalunya Sí que es Pot); Sergi Saladié (CUP); Ramon Espadaler (UDC) o los eurodiputados Francesc Gambús (UDC) y Ernest Urtasun (ICV-EUiA), que como miembro del grupo de los verdes europeos integra la delegación de diez europarlamentarios que hoy visita el delta del Ebro. Los argumentos de los políticos catalanes contrarios al plan hidrológico son coincidentes. El PP incumple la directiva europea del agua y Bruselas acabará por obligar al Gobierno español a modificar el controvertido plan de cuenca del Ebro. La magnitud de la manifestación acabó por dejar en un discreto segundo plano a tanto político.