Viejas nuevas ideas
Un hotel, por favor, aunque sólo sea uno… El Ayuntamiento de Badalona lleva muchos años tratando de que algún promotor con muy buen corazón construya un hotel que dé un poco de vida a su triste puerto. Porque, hablando en plata, la apertura de Badalona al mar inspira pena, mucha pena.
Lustros atrás montaron aquí un puerto deportivo y pesquero llamado a acercar la ciudad al gran azul, a recuperar la relación de la tercera ciudad de Catalunya con ese Mediterráneo durante décadas secuestrado por industrias muy contaminantes. Pero no sucedió de este modo. Los planos nunca terminaron de materializarse.
El puerto quedó aislado del resto de la urbe, rodeado de solares y descampados, de un amago de barrio que nunca se terminó de construir porque no había modo de financiar el gran canal tierra adentro que había de vertebrarlo y de animar a los constructores a levantar todos aquellos pisos.
Y, sobre todo, no había modo de encontrar un promotor con tan buen corazón que levantara un hotel por aquellas latitudes, en mitad de ninguna parte… especialmente a medida que goteaban los años de la concesión administrativa que pesaba sobre los terrenos y lentamente menguaba la rentabilidad de cualquier negocio.
Además, antes de la crisis ya pintaban bastos. Cuando la idea de hacer el Fòrum despertaba ilusiones, a Badalona se le ocurrió ofrecer terrenos para que diversos operadores levantaran ocho hoteles por toda la urbe. Al final sólo salió adelante uno, y lo inauguraron mucho después del Fòrum. Ahora Badalona tiene dos hoteles.
El nuevo Ayuntamiento puede poner a la venta estos terrenos junto al puerto, a ver si aparece un promotor con muy buen corazón, a ver si ingresa el dinero que le hace falta para terminar el dichoso canal tierra adentro, porque el anterior Consistorio realizó los trámites necesarios para liberarlos de su concesión administrativa.
Sí, aquel Ayuntamiento que dirigía Xavier García Albiol, el alcalde que concitó tantas y tan justificadas indignaciones, que consiguió que todas las fuerzas de izquierda de la ciudad se pusieran de acuerdo para derrocarlo a pesar de volver a ganar las elecciones, fue quien inició el papeleo de todo este asunto... Y encima la idea se le ocurrió al entonces concejal convergente Ferran Falcó.