Barcelona, deporte y educación: el otro tridente
Los recientes éxitos del Barça, liderados por el tridente Messi, Neymar y Suárez, junto con la inmediata asociación del club con nuestra ciudad, han posicionado a Barcelona como el mayor exponente del fútbol mundial. Pero no todo es turismo y fútbol en Barcelona. Es una ciudad extraordinaria con reconocimiento deportivo, pero falta otro potencial aún por explotar: la integración del deporte en la educación universitaria. Tenemos una gran oportunidad para que Barcelona li- dere la oferta de esta potente combinación que facilita y fomenta el desarrollo de jóvenes con sólidos valores humanos y buena formación académica.
Lamentablemente, nuestro deporte universitario está gestionado de forma poco profesional y con escasos medios, y muchos jóvenes deportistas que quieren compaginar sus estudios con la competición de medio y alto nivel se ven obligados a abandonar el deporte o a intentar conseguir una beca en Estados Unidos. El modelo universitario norteamericano facilita a los deportistas la posibilidad de compaginar su actividad deportiva con su carrera universitaria. Existen instalaciones fantásticas, entrenadores dedicados a los distintos deportes y una liga regional y nacional que les permite entrenar y competir durante todo el año a un alto nivel.
La universidad americana considera que sus estudiantesdeportistas merecen un apoyo especial –tanto por el esfuerzo adicional que realizan como por el prestigio que aportan al centro en sus competiciones–, y por ello ofrece máximas facilidades (incluyendo becas) con la compatibilidad académica sin que se reduzca el grado de exigencia. En los años ochenta yo mismo tuve la oportunidad de vivir esta experiencia con una beca de tenis y fue una etapa que marcó el resto de mi vida tanto en lo personal como en lo profesional.
La opción de Estados Unidos es una iniciativa muy recomendable, pero sería un gran logro ofrecer alternativas locales a jóvenes que prefieren quedarse en Barcelona y atraer también a estudiantes-deportistas internacionales que aportarían una diversidad muy enriquecedora a nuestras universidades y se beneficiarían de una experiencia única en nuestra gran ciudad. A pesar de las diferencias con Estados Unidos, existen fórmulas de colaboración entre instituciones deportivas y académicas para poder plantear un modelo local como inicio. De hecho, la Comisión Europea está financiando un proyecto para potenciar el deporte universitario en universidades europeas.
Entiendo que la infraestructura y los recursos de los campus universitarios no son comparables, pero se podría adaptar el modelo a nuestra situación y apostar por invertir en instalaciones deportivas entre instituciones, empresas y universidades. Barcelona podría liderar y pilotar la iniciativa, con opciones de expansión futura a otras ciudades.
Barcelona, deporte y educación, el otro tridente por explorar y potenciar.
Sería un gran logro atraer a la ciudad a estudiantes-deportistas internacionales