Manuel Díaz lucha para que el Cordobés lo reconozca
Se hartó. Aunque parecía que el torero Manuel Díaz había renunciado ya a sus esfuerzos por lograr “un acercamiento” hacia quien asegura que es su padre, Manuel Benítez el Cordobés, acaba de presentar ante los tribunales una demanda de paternidad. Manuel Díaz reconoce que ha tardado mucho tiempo en hacerlo, 48 años, “pero me decidí cuando observé que entrevistaban a Manuel Benítez en televisión y, al preguntarle por mí, se apartó como si yo fuera el demonio”, explica.
El Cordobés, el gran ídolo del toreo de los años sesenta y setenta en pleno, tiene cinco hijos con su mujer, Martina Frayse, otros dos reconocidos fuera del matrimonio y Manuel Díaz González, del que nunca quiso saber nada, fruto al parecer de sus relaciones con una modesta camarera. El diestro, nacido en Arganda del Rey en 1968, asegura que “el ADN demuestra que en un 99,9% de probabilidades soy hijo de ese señor”. Para conseguir esa muestra, el torero contrató a un de- tective que se hizo con una servilleta con la que se había limpiado Benítez.
Ahora el también torero Manuel Díaz el Cordobés, ex de la diseñadora Vicky Martín Berrocal y actual marido de la modelo venezolana Virginia Troconis, ha decidido llevar el asunto a los tribunales. Niega que en esta decisión esté presente el tema de la herencia ya que “mi única intención siempre ha sido poder compartir algunos momentos con mi padre, por ejemplo llamarle en Navidad y decirle: ‘Manolo, felices fiestas’, y preguntarle por sus hijos y cómo le iban las cosas”.
De todas maneras, si sus intenciones van más allá de esos saludos cordiales, Manuel Díaz lo tiene difícil, pues como informaba hace unos días El Confidencial, su presunto padre únicamente conserva a su nombre una finca, situada en Palma del Río, la localidad donde nació. El resto de la fortuna que ganó está a nombre de su mujer, Martina Fraysse, y de sus cinco hijos. Entre ellas, una sicav familiar que invierte regularmente en mercados asiáticos, así como empresas agrícolas y ganaderas, una inmobiliaria y otras dedicadas a la explotación de fincas rústicas y plazas de toros.
El abogado de Manuel Díaz recuerda que todo hijo tiene derecho a heredar de su padre, “por muy marginado que esté”, al menos la legítima. El problema se plantea porque si Benítez no tiene nada a su nombre, ¿qué le correspondería exactamente a Manuel Díaz?