Torrente dramático

The Maccabees

Lugar y fecha: Sala Apolo (5/II/2016)

Empezaron en el 2007, y con su cuarto álbum, Marks to prove it (2015), han alcanzado por primera vez el número 1 en los charts británicos. En el continente y al otro lado del charco las cosas van algo más lentas, pero todo indica que The Maccabees darán todavía mucha gue- rra y ampliarán su base de público en su país y en el exterior. A su paso por la sala Apolo, el conjunto londinense convocó unos dignísimos tres cuartos de pista y, lo que al final es más relevante, consiguió una gran conexión con los aficionados que habían acudido a la cita.

Reforzado el quinteto con la ocasional presencia de teclados, planteó un concierto donde se combinaba lo más granado de su última producción (la inicial Marks to prove it, la épica de Something like happiness antes de bises), con recuerdos de su producción ante- rior, con especial éxito en el caso de Tooth paste kisses y Pelican. Fue una noche sin rellenos ni instantes muertos, ya que buena parte de las canciones de la banda contienen mordiente adicional gracias a los cambios de ritmo y sorpresas que albergan. Con las guitarras en primer plano, trazaron un discurso crudo y rugoso, con puntuales nichos para la fuga espacial, que en ocasiones se asemejaba a un torrente eléctrico de lo más sugerente. Manejando nobles referentes (Arcade Fire o los Radiohead del principio parecen tener un claro ascendente en su trabajo), The Maccabees logran un punto de distinción particular gracias a los buenos oficios de su cantante, Orlando Weeks, propietario de un registro dramático de categoría.